OMPRESS-MADRID (20-11-23) “Misioneros por el mundo” vuelve el próximo viernes 24 de noviembre, a las 21:15h, al norte de Benín. Nos mostrará cómo, gracias al trabajo de los misioneros, comienzan a surgir pequeñas comunidades cristianas en los poblados más alejados. Y es que en esta zona de muchas pobrezas –viven en casas de barro, sin agua potable ni electricidad– la llegada de la fe cristiana ya está dando sus primeros frutos.

Lo saben bien dos sacerdotes de la Sociedad de Misiones Africanas, el español Isidro Muñoz, de Granada; y el colombiano Roberto Carlos Barrera, a cargo de la Parroquia Notre Dame de Victoire, de Bouka.

Como explica el padre Roberto Carlos, el carisma de la Sociedad de Misiones Africanas es “la primera evangelización, llegar a los lugares donde no se conoce el Evangelio y formar pequeñas comunidades cristianas”. Una misión que demanda mucho trabajo porque, en su caso, esas comunidades son numerosas (hasta 16) y el acceso a los pueblos donde se asientan es difícil.

Roberto Carlos dice que el “Señor da fuerza y energía” a los misioneros para hacer todos los caminos necesarios para “compartir el Evangelio con estas comunidades”. Como la de Aióle, de la etnia gandó, que visita una vez al mes; esta comunidad ha construido con tierra su propia capilla (la anterior se les cayó por la lluvia).

El misionero aprende la lengua fulfulde, que hablan los gandó, para poder comunicarse mejor con ellos. Aunque la lengua sigue siendo para él una gran limitación para poder explicar bien la Palabra de Dios, Roberto Carlos está convencido de que “nos toca a nosotros entrar en su cultura y tratar de que el Evangelio haga ese engranaje dentro de su realidad”.

El trabajo de los misioneros de la Sociedad de Misiones Africanas en esta zona es muy exigente y cansado. Roberto Carlos se ha preguntado al visitar alguna comunidad aislada qué misionero tuvo la valentía de ir hasta allí. Confiesa que muchas veces él llega cansado, pero que al presidir la Eucaristía y ver la fe de esa gente, recupera la energía y la motivación. Con frecuencia acude a visitar el Santísimo para decirle: “Mira, tú me trajiste aquí, así que ayúdame porque yo no puedo”.

También un sacerdote diocesano de Barbastro-Monzón, el padre Rafael Quirós, se encuentra evangelizando estas aldeas del norte de Benín. Concretamente desde la Parroquia Nuestra Señora del Pilar, en Bouanri, atiende varias comunidades, como la de Gando Ború, a la que acude a dar catequesis cada quince días.

Para Rafael la primera evangelización es “estar con la gente, compartir la vida, quererles y que te quieran, y desde ahí puedes hablar un poco del Evangelio, de Jesucristo”. En Gando Ború da la catequesis en la casa de una familia, porque esta comunidad todavía no tiene capilla. Allí les lee el Evangelio del domingo siguiente y les explica un poco quién es Jesús.

En un entorno con tantas necesidades, Rafael se muestra convencido de que el mejor trabajo social que se puede hacer es “hablar de Jesucristo, porque les libera; estos son gente que están pisoteados desde críos”. Y añade, “en cuanto les dices que hay un Dios que te quiere, que ha dado la vida por ti, tu vida merece la pena, eso les ayuda a luchar por ellos mismos y les devuelve la dignidad”.

Como Roberto Carlos, también Rafael reconoce la dureza de esta misión: “a veces llego con la moto y no hay nadie”, y eso es especialmente decepcionante cuando se han hecho muchos kilómetros para visitar una comunidad y lo único que has podido hacer es “ir y volver”.

La oración y la alegría de la gente son la fuente de la que Rafael saca la fuerza para seguir en la misión cuando está “un poco desfondao”.

Todos los programas de “Misioneros por el mundo” se pueden ver en el canal de Youtube OMP en los medios.