“Misioneros por el mundo” en Bunda (Tanzania): “Las ayudas de OMP son una señal de amor de la Iglesia”
- On 19 de diciembre de 2024
OMPRESS-TANZANIA (19-12-24) Mañana, viernes 20 de diciembre, a las 21:30h, “Misioneros por el Mundo” llega a la diócesis de Bunda, una de las más pequeñas en extensión de Tanzania y con solo 12 años de existencia. El programa, que Obras Misionales Pontificias y TRECE televisión producen de forma conjunta, sigue recorriendo así los territorios de misión. Son esas iglesias jóvenes necesitadas de la ayuda de OMP para su subsistencia, y que dependen directamente de la Santa Sede.
La diócesis de Bunda tiene una parte continental y otra insular, unas 30 islas en el Lago Victoria. Bunda tiene como obispo a monseñor Simon Masondole, que tiene como secretaria a una misionera madrileña, la joven Almudena Ríos, de apenas 35 años. En este capítulo de “Misioneros por el mundo”, las cámaras de TRECE siguen al obispo y a la misionera en una visita pastoral, en la que ambos presentan la realidad de la diócesis y a algunas de las personas que les ayudan en la evangelización: un seminarista nativo y un catequista.
En la catedral de San Pablo de Bunda se encuentra Dixon, uno de los 50 seminaristas que tiene la diócesis y que recibe todos los años la ayuda de las Obras Misionales Pontificias para poder realizar sus estudios en el Seminario, un dinero que permite también cubrir la alimentación, el seguro médico, etc.
Para monseñor Masondole, las ayudas de OMP son “una señal de amor de la iglesia hacia la iglesia, de la iglesia que peregrina en España a la iglesia que peregrina en Bunda, y muestra que la iglesia en España tiene un corazón misionero que quiere extender la obra de la salvación de Cristo a través de la ayuda a los más necesitados”. Como dice Almudena, en una diócesis tan joven como la de Bunda, hay muchas necesidades y falta mucha infraestructura, por eso agradecen tanto que OMP no les deje solos.
Almudena afirma que a Cristo se le anuncia con obras y palabras. Cuando llegó a Tanzania sin dominar el “suajili”, la misionera comprobó que se puede hacer mucho “aunque no puedas hablar”, y la mejor forma de decir “yo soy cristiano” es a través de las obras. Y añade: “la misión es intentar vivir tu fe cristiana, y eso es lo que contagia a los demás”.
Desde 2018, el orfanato diocesano de “San Francisco de Asís” presta especial atención a los niños albinos, que viven allí como internos para preservar su seguridad. A estos niños se les persigue en Tanzania, como en gran parte de África, porque se considera que tienen “propiedades mágicas” y los chamanes le buscan para sus ritos e incluso para vender sus órganos. La convivencia de los albinos con niños huérfanos ayuda a normalizar la situación. A esto contribuye también la asistencia de otros niños que no viven en el orfanato, pero que acuden a las clases de su escuela.
La visita pastoral continúa en el Hospital “Saint Mary”, de Kibara. Como dice monseñor Masondole, “Jesús curaba a los enfermos”, por tanto la Iglesia tiene que seguir haciéndolo, “espiritualmente pero también físicamente”, y esta es la razón de ser de este hospital diocesano. Moses es otra vocación nativa, un seminarista que está realizando la pastoral en el Hospital y que después de una estancia de 5 años en España, habla perfectamente el español.
La visita pastoral finaliza en la parte insular de la diócesis, concretamente en la isla de Nafuba, a la que el obispo y Almudena acceden por primera vez en una precaria embarcación, atravesando el Lago Victoria. Un grupo de la parroquia sale a su encuentro en la costa para recibirles y acompañarles al pequeño templo, avanzando con danzas y cantos en los que sobresale el entusiasmo de los niños.
La primera comunidad en Nafuba se creó en 1960 con 25 fieles, hoy son 250, que han explicado a su obispo la situación actual de la comunidad y la ayuda que necesitan para ampliar su pequeña iglesita. La visita del obispo siempre trae alegría, porque él les explica que “es el momento de conocerse como hermanos, como parientes”.
Para la gente de este pequeño pueblo alejado, la visita del obispo significa caer en la cuenta de “quiénes somos como personas”, que “nada nos separa”, que todos vivimos en el mismo “planeta que Dios ha creado”, y que también “la Iglesia es de Dios”. Por eso, que la Iglesia llegue hasta ellos les hace sentir que a pesar de las separaciones que nos creamos, al final todos somos hijos de Dios y estamos unidos, la Iglesia es universal y llega a todas partes”.
La diócesis de Bunda acaba de celebrar los 125 años de la llegada de los primeros misioneros; todavía llena de juventud, es una iglesia con muchas necesidades y que necesita fortalecerse, como señala su obispo, pero que tiene esperanza y crece. También esta pequeña iglesia puede enseñar algo a la iglesia en Europa ‒que la evangelizó con sus misioneros‒ pero que hoy está más envejecida, por eso monseñor Masondole concluye que todos “nos necesitamos”.
Los testimonios completos mañana viernes, a las 21,30 horas en TRECE, en “Misioneros por el mundo”. También se pueden ver en directo en internet en la web de TRECE.
Después de la emisión, “Misioneros por el mundo” se puede ver en el canal de Youtube OMP en los medios.