OMPRESS-ROMA (10-02-23) Con motivo de la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas, que se celebraba este pasado miércoles, día de Santa Bakhita, el Papa Francisco enviaba un vídeo mensaje para animar a seguir luchando contra esta lacra que “desfigura la dignidad” y “convierte a las personas en objetos de uso y descarte”. El vídeo en italiano se puede ver aquí.

“Recordamos a Santa Bakhita, la Patrona de las víctimas de la trata de personas. Me uno a vosotros que celebráis la Jornada, la novena Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas cuyo tema es ‘Caminar por la Dignidad’ y que involucra a los jóvenes como protagonistas.

Me dirijo de manera particular a vosotros jóvenes: os animo a cuidar de la dignidad, vuestra y de cada persona con la que os encontráis. He sabido que habéis sido vosotros quienes habéis elegido como tema ‘Caminando por la Dignidad’. Es muy importante: indica un gran horizonte para vuestro compromiso contra la trata: la dignidad humana. Así podéis contribuir a mantener viva la esperanza; y añado también la alegría, que os invito a guardar en vuestros corazones, junto a la Palabra de Dios, ¡porque la verdadera alegría es Cristo!

La trata de personas desfigura la dignidad. La explotación y el sometimiento limitan la libertad y convierten a las personas en objetos de uso y de descarte. Y el sistema de trata se aprovecha de las injusticias e inequidades que obligan a millones de personas a vivir en condiciones de vulnerabilidad. De hecho, las personas empobrecidas por la crisis económica, por las guerras, por los cambios climáticos y por tantas inestabilidades son fáciles de reclutar. Desgraciadamente, la trata crece de forma preocupante, golpeando especialmente a emigrantes, mujeres y niños, jóvenes como vosotros, gente rica en sueños y ganas de vivir en dignidad.

Lo sabemos, vivimos tiempos difíciles, pero es precisamente en esta realidad en la que todos nosotros, especialmente los jóvenes, estamos llamados a unir fuerzas para tejer redes de bien, para difundir la luz que viene de Cristo y de su Evangelio. La luz que simbólicamente será entregada en estos días a los jóvenes que han venido a Roma para representar a las organizaciones que colaboran desde hace años en esta Jornada de oración y compromiso contra la trata. Con este gesto sois enviados como misioneros de la dignidad humana, contra la trata de personas y contra toda forma de explotación. Se inaugura así un año especial de participación juvenil, hasta el próximo Jornada de 2024. Custodiad esta luz y seréis bendición para otros jóvenes. No os canséis de buscar formas de transformar nuestras sociedades y prevenir esta vergonzosa plaga que es la trata de personas.

Caminar por la dignidad, contra la trata de personas, sin dejar a nadie atrás. Quisiera retomar algunas hermosas expresiones que habéis escrito: ‘Caminar con los ojos abiertos para reconocer los procesos que llevan a millones de personas, especialmente a jóvenes, a ser traficadas para ser explotadas con brutalidad. Caminar con el corazón atento para descubrir y apoyar los caminos cotidianos por la libertad y la dignidad. Caminar con la esperanza en los pies para promover acciones contra la trata. Caminar juntos dándonos la mano para apoyarnos unos a otros y construir una cultura del encuentro, que lleve a la conversión de los corazones y a sociedades inclusivas, capaces de tutelar los derechos y la dignidad de toda persona’.

Espero que muchos acepten vuestra invitación a caminar juntos contra la trata: caminar junto a los que son destruidos por la violencia de la explotación sexual y laboral; caminar junto a los emigrantes, a los desplazados, a los que buscan un lugar donde vivir en paz y en familia. Junto a vosotros jóvenes, para reafirmar con valentía el valor de la dignidad humana.

Os agradezco y os digo: ¡Adelante con valor! ¡Adelante con coraje! El Señor os bendiga y la Virgen os guarde. Santa Bakhita ruega con nosotros y por nosotros. Bendigo de corazón a todos los que trabajáis contra la trata y a cada persona con la que os encontráis en este camino por la dignidad. ¡Gracias!”.