Misión América, una ONGD volcada en ayudar a los misioneros

  • On 5 de diciembre de 2018

OMPRESS-MADRID (5-12-18) Ayer se celebraba en Madrid el 25 aniversario de la ONGD Misión América. En un desayuno de prensa, su presidenta, Ana Álvarez de Lara, ha valorado los 25 años de la organización, que funciona exclusivamente gracias al trabajo de voluntarios. Ha explicado que los misioneros, responsables de los proyectos, son la garantía de que las ayudas llegan. Uno de ellos ha agradecido las ayudas recibidas para poner en marcha una escuela en Dapaong (Togo). Todo ello, con la presencia de monseñor Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona-Tudela y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones de la Conferencia Episcopal Española (CEE), al amparo de la cual funciona la ONGD. No ha faltado un especial recuerdo a Anastasio Gil, García, gran impulsor de la institución, y vicepresidente de la misma hasta que falleció el pasado septiembre.

“Yo era misionero en Dapaong (Togo), y llevaba adelante la misión en una parroquia, a la que habíamos añadido muchos otros servicios. Daba clases en los institutos públicos, y la situación era inviable: más de 130 por aula, el 25% de escolarización”, ha contado el sacerdote misionero Joan Soler, beneficiario de las ayudas de Misión América. “Entonces el Estado me pidió que creara una escuela en mi parroquia, porque era algo muy necesario. Pero humanamente yo no podía abracar más, y no tenía di un céntimo”.

El misionero ha reconocido que, a pesar de su miedo inicial, decidió comenzar con el proyecto gracias a un primer donativo de 15 dólares de una mujer del pueblo. Inmediatamente pidió ayuda a Misión América, y esta ONGD le ayudó a comenzar la escuela. “Si estoy hoy aquí es porque estoy muy agradecido. Gracias a vosotros, en Togo hay una escuela, y los togoleses se dan cuenta que existen muchas Europas, que hay un occidente que es muy bueno”.

“Misión América ha nacido para servir, para ayudar a los que ayudan: los misioneros”, ha explicado Ana Álvarez de Lara, presidenta de la ONGD Misión América. “Hay ONGD que apoyan a congregaciones concretas, pero los sacerdotes diocesanos no tenían este apoyo, estaban mucho más solos. Por eso nació Misión América”. Esto ocurrió hace 25 años, en el seno de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias de la CEE. Lo que empezó siendo el sueño de unos pocos, ha logrado apoyar en estos 25 años 457 proyectos en 27 países. Esta institución sale adelante exclusivamente gracias al trabajo de voluntarios, y su radio de acción se ha ampliado a África, y a otros misioneros españoles.

La gran ventaja es que, gracias a que la institución está muy vinculada a la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias, conocen a los responsables de los proyectos -los misioneros-, y dan fe de que el dinero llega y se gasta de forma legítima. “Somos una gran familia”, ha afirmado Álvarez de Lara. En cuanto al origen de las ayudas, gran parte viene de las subvenciones públicas. “Una vez que un misionero nos pide ayuda, nos movilizamos para canalizar las posibles ayudas, estamos atentos a las convocatorias públicas de ayuda al desarrollo.”. Esto es posible, según ha explicado, gracias a que las 69 Delegaciones de Misiones, presentes en toda la geografía española, colaboran con esta iniciativa.

“El gran reto que tiene Misión América es el de implicar al mayor número de personas en nuestro país”, explicó Álvarez de Lara. “Cuantas más personas nos apoyen, más podremos apoyar a los misioneros, que, al fin y al cabo, son la ONG más antigua del mundo”. Para ello, la ONGD ha lanzado en su 25 aniversario una nueva identidad corporativa, y una nueva web.

Don Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, ha dado las gracias a la ONGD Misión América por estos 25 años, y ha compartido cómo en sus viajes por muchos países de África ha conocido el trabajo de la Iglesia. “Estoy orgulloso de formar parte de esta Iglesia, que es misionera”. Ha explicado que, aunque la ONGD Misión América es una institución pequeña, aporta desde su especificidad mucha ayuda. Y si ella hubiera cerrado, muchos proyectos hubieran dejado de ser apoyados. Por último, ha reivindicado la necesidad de que todas las instituciones de la Iglesia que trabajan a favor de la misión lo hagan en comunión, respetando la especificidad de cada uno, pero en una misma dirección, “para que brille el amor que Dios tiene por los hombres”.

Para más información: www.misionamerica.org

 

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