Memoria de actividades 2022 de las Obras Misionales Pontificias
- On 9 de junio de 2023
OMPRESS-MADRID (9-06-23) El próximo miércoles, 14 de junio, tendrá lugar en la sede de la Dirección Nacional de las Obras Misionales Pontificias (Fray Juan Gil, 5) la presentación de la Memoria de Actividades 2022 de esta institución pontificia, con la presencia del misionero Alfonso Tapia, ecónomo del Vicariato Apostólico de San Ramón en Perú.
El director nacional de las Obras Misionales Pontificias, José María Calderón, dará a conocer los datos más relevantes del trabajo llevado a cabo en España a lo largo del 2022 en España, recogida en esta Memoria que recoge las numerosas actividades de animación y formación misionera que las Obras Misionales Pontificias desarrollan en España, que va más allá de las colectas y las campañas del Domund, Infancia Misionera y Vocaciones Nativas. En la memoria se refleja esta enorme actividad y la riqueza que esta institución ofrece a la Iglesia en España, sin olvidar su aportación económica a los territorios de misión.
Uno de estos territorios –1.119 en la actualidad, tras la creación por el Papa Francisco el 12 de febrero pasado de la diócesis de Aguleri, en Nigeria – es el Vicariato de San Ramón. Alfonso Tapia, misionero en este vicariato y ecónomo del mismo, dará su testimonio y explicará cómo llegan las ayudas de Obras Misionales Pontificias a los territorios de misión.
Alfonso Tapia nació en Burgos en 1965, y se ordenó sacerdote en el 2001. Tuvo su primera experiencia misionera en Perú en el verano de 1992. Allí conoció al padre Carlos Echevarri, quien le llamó especialmente la atención. Era un sacerdote vasco de buena familia que decidió irse a Perú y que falleció en el 94 de un infarto en las fiestas patronales mientras pedía justicia para la gente del pueblo. Alfonso explica que su muerte le impactó enormemente. En ese momento pensó que quería morir así. Con las experiencias vividas en estos años de misión, decidió empezar a estudiar Teología en la Universidad San Dámaso de Madrid para después ordenarse como sacerdote en Perú.
El Vicariato Apostólico de San Ramón, a donde llegó en el año 2000, se encuentra en una zona de selva en la región centro-oriental de Perú. Con una superficie de 80.000 kilómetros cuadrados, el vicariato cuenta con unos 322.000 fieles. Alfonso dice que, cuando llegó a este Vicariato, donde solo había 22 sacerdotes, se le vino a la cabeza la idea de una cama muy grande con una manta muy pequeña. Allí las poblaciones están muy dispersas, las escuelas primarias son las que más concentran al pueblo, y es donde los misioneros centran su labor. Desde la evangelización a los niños, poco a poco se van haciendo presentes en las comunidades y llegando a los adultos.