Mañana, fiesta de la patrona de China, María, Auxilio de los Cristianos

OMPRESS-CHINA (23-05-22) “El próximo martes se celebra la Memoria de la Santísima Virgen María Auxilio de los Cristianos, especialmente querida por los católicos de China, que veneran a la Auxiliadora como su Patrona en el Santuario de Sheshan, en Shanghai, en numerosas iglesias del país y en sus hogares”, así recordaba el Papa Francisco la celebración de mañana para la Iglesia China ayer en el rezo del Regina Coeli.

“Esta feliz circunstancia me ofrece la ocasión para renovarles la seguridad de mi cercanía espiritual; sigo con atención y participación la vida y las vicisitudes de los fieles y los pastores, a menudo complejas, y rezo por ellos cada día”, añadía el Pontífice. “Los invito a unirse a esta oración, para que la Iglesia en China, en libertad y tranquilidad, pueda vivir en comunión efectiva con la Iglesia universal y ejercitar su misión de anuncio del Evangelio a todos, ofreciendo así también una contribución positiva al progreso espiritual y material de la sociedad”.

Esta celebración tendrá lugar en un momento de especial tensión entre las autoridades chinas y la comunidad católica “no patriótica”. El 11 de mayo, la policía china detenía al cardenal Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, acusado de “connivencia con fuerzas extranjeras”, por haber sido administrador de un fondo ya cerrado, que financiaba los gastos legales de los manifestantes pro democracia detenidos en Hong Kong. Liberado luego bajo fianza tendrá que comparecer mañana ante un tribunal de Hong Kong, según informa la Conferencia Episcopal Filipina.

En septiembre de 2018, Pekín y la Santa Sede firmaron un acuerdo sobre el nombramiento de obispos católicos, que se renovó en 2020, en un intento por cerrar la división de la Iglesia católica en el país. Se buscaba regularizar el estatus de la así llamada Iglesia Católica patriótica. Las relaciones diplomáticas entre China y la Santa Sede se interrumpieron en 1951 tras la expulsión de todos los misioneros extranjeros, muchos de los cuales se refugiaron en Hong Kong, Macao y Taiwán. En 1952, el Papa Pío XII rechazó la creación de una Iglesia china, separada de la Santa Sede y luego reconoció formalmente la independencia de Taiwán, en donde se estableció el Nuncio Apostólico. La Iglesia patriótica se creó en 1957 para evitar “injerencias extranjeras”, especialmente de la Santa Sede.