Los redentoristas abren una comunidad internacional en Japón

OMPRESS-JAPÓN (25-02-25) Este pasado domingo 23 de octubre se constituía oficialmente la Comunidad Internacional de la Congregación del Santísimo Redentor, los redentoristas, en Tokio. Una iniciativa de esta congregación para afrontar el desafío de los numerosos extranjeros que llegan a Japón. Se busca brindarles atención pastoral y asistencia además de cooperar con otras comunidades y organizaciones sin ánimo de lucro. El superior de la viceprovincia de Japón, el padre Takeshi Inoue, CSsR., explica que los nuevos miembros de la comunidad “estamos aprendiendo el idioma y la cultura japonesa como base de nuestro trabajo misionero y acumulando muchas experiencias. Encontramos nueva esperanza en Dios que sembró las semillas de esta esperanza en medio de las dificultades, y estamos bajo la guía del Espíritu Santo. Pedimos sus oraciones y apoyo para esta nueva misión”.

El primer paso de esta comunidad se dio con la Santa Misa, presidida por el padre Takeshi. A esta comunidad se han sumado el padre Clement Lee Bernard, llegado de Malasia-Singapur, y el padre Rodrigo Vélez, misionero en Tailandia durante varios años. Se han tenido muy presentes en la apertura de esta nueva comunidad a dos misioneros en Japón, al padre Jean Raymond Girard, un misionero canadiense que llegó a Japón hace 60 años, y es el último de los misioneros que llegaron de Canadá. Fueron ellos, los redentoristas canadienses, los que crearon la primera misión en Japón. Y el segundo misionero al que se ha hecho una especial mención ha sido al padre Theodor Moennich, también él, el último misionero redentorista alemán de los varios que llegaron a fundar la misión en Kagoshima. “No podemos olvidar que estamos donde estamos hoy gracias a su consagración y a su trabajo misionero”, explicaban los redentoristas. Fue en septiembre de 2022, en la Asamblea General de la Congregación Redentorista celebrada en Roma, cuando se aprobó la propuesta de misión presentada por Japón y la iniciativa de establecer una nueva comunidad internacional en Japón y revitalizar la labor misionera.