Los misioneros de Scheut celebran el bicentenario de su fundador
- On 22 de mayo de 2023
OMPRESS-BÉLGICA (22-05-23) Ayer tenía lugar en la Parroquia del Sagrado Corazón de Deurne, un barrio de Amberes, una solemne celebración eucarística, con motivo del bicentenario del nacimiento de Théophile Verbist, misionero en China y fundador de la Congregación del Inmaculado Corazón de María, los misioneros de Scheut.
Théophile Verbist nació en Amberes, el 12 de junio de 1823. De familia humilde, entró en el seminario y fue ordenado sacerdote en 1847. Tras diversas tareas encomendadas, como rector del seminario menor de la diócesis o capellán de las Hermanas de Nuestra Señora de Namur, en 1860 es nombrado director nacional en Bélgica de la Obra de la Santa Infancia, Obra Pontificia de la Infancia Misionera, a la que había pertenecido en su infancia. Como miembro y simpatizante de la Santa Infancia y más tarde como su director nacional, Théophile sabía de la falta de orfanatos en China y planeó fundar un orfanato allí. Planeaba hacerlo junto con algunos sacerdotes belgas. Mediante arduos esfuerzos, superó numerosos obstáculos, hasta que finalmente se estableció una misión belga en China. Y fue en 1862 cuando fundaba la Congregación del Inmaculado Corazón de María. Al año siguiente la congregación ya era derecho pontificio y despendía de la Santa Sede.
En 1865, Théophile Verbist es nombrado Provicario Apostólico de Mongolia y parte con otros cuatro compañeros hacia China. El 6 de diciembre de aquel mismo año llegaron al pueblo de Xiwanzi, en la provincia de Mongolia Interior, al norte de la Gran Muralla. Allí establecieron una base y se pusieron a trabajar de inmediato en los planes para administrar el vasto territorio que tenían ante ellos: organizar pequeñas comunidades cristianas, atender un orfanato y una escuela y formar seminaristas. “Es difícil. Lástima que seamos tan pocos”, se decía el padre Verbist cada vez que pensaba en la vasta tarea que tenía por delante. Pero guiados por el Espíritu Santo, él y su equipo pudieron superar los obstáculos, a pesar de la dureza del terreno, el clima severo, las inmensas distancias que había que recorrer y el idioma local.
Se enfrentaron también a muchas situaciones difíciles, como hambrunas, enfermedades, accidentes y martirios. El mismo padre Verbist murió de fiebre tifoidea en Laohugou, China, el 23 de febrero de 1868, a la edad de 44 años, menos de tres años después de llegar a Mongolia Interior.
Los misioneros de la Congregación del Inmaculado Corazón de María eran conocidos como “Padres Belgas” en algunos lugares, como Filipinas. Pero su otro nombre más conocido es el de misioneros de Scheut, por Scheut, Anderlecht, un barrio de las afueras de Bruselas donde se estableció la primera sede de la Congregación. A esta casa trajeron los restos de su fundador, en 1930, y en ella reposan en un ataúd con decoración china, “para que su tumba sea para todos un lugar privilegiado de verdadero espíritu apostólico y de entrega total de sí mismo”.