Los franciscanos españoles que serán canonizados el día del Domund
- On 14 de octubre de 2024
OMPRESS-ROMA (14-10-24) Serán catorce los nuevos santos que serán canonizados este próximo domingo del Domund. Además de tres fundadores –Giuseppe Allamano, Marie-Léonie Paradis y Elena Guerra– en esta lista de santidad están los once “mártires de Damasco”, tres laicos maronitas y ocho franciscanos, de los que siete son españoles.
La historia de los “mártires de Damasco” se remonta a 1860, a los días 9 y 10 de julio. En aquella época los cristianos del Líbano y Siria eran objeto de persecución violenta por parte de los drusos y aquel año fueron destruidas muchas aldeas de cristianos maronitas, con el asesinato de sus habitantes. La ola de violencia llegó hasta Damasco y el 9 de julio fue atacado el barrio cristiano, donde vivían unas treinta mil personas. Muchas de ellas se refugiaron en el convento franciscano, confiando en la solidez de sus muros. No queriéndolos dejar abandonados a su suerte, los franciscanos decidieron no aceptar la propuesta del gobernador turco de refugiarse en su residencia. En el convento, al llegar los drusos, había seis sacerdotes y dos religiosos profesos. Salvo uno, todos eran españoles y habían ya pasado tiempo de su ministerio en la tierra de Jesús. Junto a ellos había tres fieles laicos, cristianos maronitas, hermanos, que también fueron asesinados junto a los franciscanos.
Los tres hermanos Massabki, Francisco, Abdel y Rafael, colaboraban con el convento de los franciscanos y vivían una vida cristiana de testimonio y entrega a los demás. El franciscano austríaco era el padre Engelberto Kolland. Los siete religiosos españoles eran: Carmelo Bolta, del Real de Gandía (Valencia), Nicanor Ascanio, de Villarejo (Madrid), Nicolás María Alberca, de Aguilar de la Frontera (Córdoba), Pedro Nolasco Soler de Lorca (Murcia), Francisco Piñazo Peñalver, de Alpuente (Valencia), y Juan Fernández de Moire-Piñor (Orense). Este último, como curiosidad, era hermano de la bisabuela del Premio Nobel Camilo José Cela, al que cita en una de sus obras. Los cuerpos de los once mártires fueron recuperados por los cristianos supervivientes doce días después de la masacre. Ya en 1872 comenzó su causa de beatificación, introducida en Roma en 1885. La pérdida de documentos producida por la Primera Guerra Mundial obligó a reiniciar los trabajos, creándose un nuevo tribunal en Damasco en 1922. Finalmente, el 10 de octubre de 1926 los ocho franciscanos y tres católicos maronitas seglares, víctimas de la misma persecución, fueron beatificados en la basílica de San Pedro por el papa Pío XI.
El archivo del Dicasterio para la Evangelización –en el momento de estos sucesos conocido como Congregación de Propaganda Fide– cuenta con numerosos documentos de la presencia franciscana en la custodia de Tierra Santa y que se han ido publicando con el nombre “Acta S. Congregationis de Propaganda Fide pro Terra Sancta”. Una interesante fuente para conocer la entrega y vida ejemplar de los hijos de San Francisco en todas aquellas tierras, en muchas ocasiones refrendada con el martirio.