Los desafíos de un obispo en África
- On 17 de noviembre de 2023
OMPRESS-TANZANIA (17-11-23) El padre Eusebio Samwel Kyando es un sacerdote de la diócesis de Njombe, Tanzania, al que el Papa Francisco acaba de nombrar obispo de esta diócesis. Njombe es uno de los 1.122 territorios de misión, de los que casi la mitad, 524 están en África, 34 en Tanzania.
El nuevo obispo de Njombe –se pronuncia nyombe– fue nombrado obispo el pasado 19 de octubre. Como relataba él mismo a AMECEA News, se sintió abrumado al recibir la noticia. El nuncio le llamó y al recibir la noticia “Fue como si me cayera de un precipicio”. Se quedó en silencio, y “lo que vino a mi mente fue que si Jesús cargó con la cruz, entonces yo también debería tomar mi cruz y seguir al maestro. Me entregué y dije sí a este encargo del Santo Padre”. El padre Kyando nació en la misma capital de la diócesis, en Njombe, y desde su ordenación sacerdotal en 1996 ha trabajado en parroquias, en el seminario y como profesor en la Universidad.
Cuando se le pregunta cuál será su prioridad en la diócesis, que conoce bastante bien, el nuevo obispo electo dice que tiene la intención de intensificar el trabajo pastoral en un territorio que cuenta con unas 49 parroquias y más de 387.000 católicos. La diócesis se creó en 1968 entonces apenas contaba con cien mil católicos y solo 12 sacerdotes diocesanos. Aunque la Diócesis tiene 117 sacerdotes en la actualidad, el futuro obispo –será ordenado el próximo 4 de enero– explica que algunas parroquias son demasiado grandes, y hay puestos de misión y comunidades que solo se las visita cada dos meses. Se trata de crear nuevas parroquias y acercar los pastores a su rebaño.
Otra de sus prioridades es que la diócesis se sostenga por sí misma, sin ayuda externa. Desde que se creara en 1968 ha contado con el subsidio ordinario de 30.000 dólares que año tras año le ha hecho llegar la Obra de la Propagación de la Fe, el Domund, además de otras ayudas puntuales para construir parroquias y otras necesidades. Pero desde hace unos años se busca que la diócesis, desde los sacerdotes al seminario, no sea ayudada sino que ayude. De hecho hay algunos sacerdotes en “misión” en otras diócesis tanzanas más necesitadas. Y puesto que los sacerdotes asignados a las parroquias no reciben salario, todos los sacerdotes deben tener alguna fuente de ingresos externa. Los hay que cultivan tierras otros tienen animales o incluso tienen una tienda, en la que acercan a un lugar lejano productos de la ciudad, que algún empleado de la parroquia vende. El padre Eusebio mismo, para mantenerse como párroco, fue empleado en un banco local, entre otros oficios. Ahora tendrá que dedicarse a tiempo completo a su labor de obispo.