Los “corredores de trabajo” para inmigrantes de Costa de Marfil

OMPRESS-COSTA DE MARFIL (28-01-24) Una iniciativa de la Comunidad de Sant’Egidio, acaba de concluir la primera misión en África para poner en marcha los llamados “corredores de trabajo”, un proyecto que tiene como objetivo facilitar la entrada regular de los inmigrantes que necesita la economía italiana. En abril del año pasado la Comunidad de Sant’Egidio firmaba un memorando de entendimiento con los Ministerios de Interior, de Asuntos Exteriores y de Trabajo de la República Italiana. Se ponía así en marcha esta iniciativa que se ha podido implementar gracias al éxito previo de los “corredores humanitarios”, creados también por esta Comunidad, que han permitido la entrada regular en Europa (Italia, Francia, Bélgica y Andorra) de casi 8.000 refugiados en condiciones vulnerables.

El objetivo de la misión que se ha llevado a cabo en Costa de Marfil ha sido identificar candidatos a la emigración regular por motivos de trabajo, creando las condiciones, también en términos de formación y crecimiento profesional, que satisfagan las solicitudes de algunas empresas italianas. Costa de Marfil es el primero de los tres países donde se lanzará esta iniciativa, junto con Líbano y Etiopía. Se busca abrir el modelo de acogida e integración ya probado por los corredores humanitarios (inicialmente para 300 personas) a todos aquellos que desean emigrar regularmente a Italia para encontrar trabajo y contribuir al desarrollo económico del país. El resultado de esta misión ha sido la recopilación de los elementos necesarios para la elaboración de un proyecto, que se presentará próximamente a los Ministerios competentes del gobierno italiano, y la selección de un grupo de ciudadanos marfileños que ya han obtenido la formación adecuada y que se capacitarán aún más en el perfil profesional de técnico electromecánico. Se busca cubrir así puestos de trabajo demandados cada vez más por las empresas italianas.

La Comunidad de Sant’Egidio fue fundada por Andrea Riccardi en un instituto del centro de Roma en 1968. Hoy se extiende a más de 70 países dedicando una especial atención a las periferias. Entre sus iniciativas con más éxito se cuenta el programa “Bravo”, que ha permitido inscribir en el registro civil –y por lo tanto “existir”– a cientos de miles de “no documentados” en varios países de África. Solo en Burkina Faso se inscribieron cerca de dos millones y medio de personas.