Lorena Jenal, una misionera suiza galardonada por su lucha contra la “caza de brujas”

  • On 13 de septiembre de 2018

OMPRESS-PAPÚA-NUEVA GUINEA (13-09-18) La hermana Lorena Jenal es una franciscana suiza que lleva años como misionera en Papúa-Nueva Guinea. Por su labor en la lucha contra, literalmente, la caza de brujas, y también por sus esfuerzos por lograr la paz entre los nativos de esta gran isla de Oceanía, ha sido galardonada con el Premio a los Derechos Humanos de Weimar 2018.

Esta misionera suiza ha puesto en peligro su vida por defender a mujeres acusadas de brujería. Una acusación que se basa en la falsa creencia de que todos los males son causados por espíritus y “maldiciones”, por lo que las “culpables” tienen que ser castigadas. Como señala el escrito del Ayuntamiento de Weimar al conceder el premio: “La hermana Lorena Jenal ha intentado identificar las causas de la nueva y brutal oleada de caza de brujas, y hacer una labor de educación a este respecto. Al mismo tiempo, no ha dejado de hablar con los verdugos y actuar ante la inacción de las autoridades estatales”.

La hermana sostiene que sólo se podrá acabar con esta lacra si las instituciones de ayuda, los políticos, la policía y las escuelas unen. Ella trabaja incansablemente contra estas violaciones de derechos humanos a través de programas de rescate, educación y actuaciones en el terreno. Se ha sumado a iniciativas en muchos otros países alrededor del mundo donde las personas están en riesgo por esta nueva ola de “caza de brujas”. Porque Papúa-Nueva Guinea no es el único país donde ocurre esto, en total son 29 los países afectados.

La hermana Lorena Jenal creció en Plan-Samnaun, en el Cantón suizo de los Grisones, cerca de la frontera con Austria. En 1979 partió por primera vez como misionera a Papúa-Nueva Guinea. Ya lleva en la isla más de tres décadas y también se ha dedicado con sus hermanas franciscanas a trabajar con niños y adolescentes abandonados.

También ha hecho de mediadora entre dos pueblos enfrentados en la zona de Southern Highlands, en las selvas de Papúa. Gracias a su mediación estos pueblos han entablado negociaciones de paz, tras años de guerra y siete muertos.

La hermana recogerá el premio el próximo 10 de diciembre, un premio que la ciudad de Weimar, una de las capitales culturales de Alemania, ha concedido desde 1995 a individuos y organizaciones comprometidos con la protección de los derechos humanos.

 

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