Llevar en bicicleta el anuncio del Evangelio
- On 26 de septiembre de 2024
OMPRESS-ROMA (26-09-24) Una parte muy importante de las ayudas que envía la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe, el Domund, van destinadas a los catequistas, porque ellos son en muchos territorios de misión, una de las principales cauces del anuncio del Evangelio y de la formación en la fe. Recorren comunidades a pie, y también en bicicleta.
Además de para la adquisición de Biblias, materiales litúrgicos, pastorales y catequéticos, el Domund ha financiado bicicletas sobre todo en África donde la extensión de las diócesis y las dificultades del terreno hacen difícil llegar a todas las comunidades cristianas. En la República Democrática del Congo, se solicitó ayuda para adquirir 25 bicicletas, que ayudarán a acortar distancias en zonas remotas en una diócesis del tamaño de Murcia. En Malawi, también se han adquirido bicicletas para los catequistas en la diócesis de Karonga, a orillas del gran lago que lleva el nombre del país. En Nigeria, la diócesis de Abakaliki, ha pedido ayuda solo para cinco bicicletas.
En el caso de Zambia, las diócesis de Chipata y Kasama han solicitado también ayudas para bicicletas. En esta última, Kasama, se entregarán en el Centro de Preparación Catequética Carlos Lwanga, un verdadero instituto de formación que prepara catequistas jóvenes e incluso matrimonios en la tarea de llevar el Evangelio a las comunidades donde la presencia del clero es escasa. Cada sacerdote ha de atender a más de diez mil católicos en esta diócesis con casi 900.000 fieles.
No solo se necesitan bicicletas para los catequistas de África. En la diócesis india de Sindhudurg, al norte de Goa, en la costa oeste de este gran país asiático, también han pedido ayuda para la adquisición de bicicletas. La diócesis cuenta también con un Centro de Evangelización, que ya tiene un jeep y una par de motocicletas. Las bicicletas les ayudarán a llegar a más de mil católicos de aldeas dispersas, que viven su fe en pequeñas comunidades.
Hace tres años, Mons. Sebastian Tudu, obispo de la diócesis de Dinajpur, en Bangladesh, una diócesis con 18 parroquias y 400 catequistas, explicaba lo que significa una simple bicicleta para un catequista: “La mayoría de los catequistas predican el Evangelio sin recibir una remuneración por su trabajo. Algunos de ellos reciben un reembolso mínimo por los gastos”. Los catequistas “visitan aldeas remotas que están a 50 ó 60 kilómetros de la parroquia”, porque “los sacerdotes y las religiosas no pueden viajar a todos los pueblos. Estos catequistas tienen el mérito de llegar a las aldeas remotas y convertirse en testigos de la fe entre los nativos no cristianos”.