León XIII, el predecesor en nombre del nuevo Papa, que amaba a Estados Unidos
- On 9 de mayo de 2025
OMPRESS-ROMA (9-05-25) Conocido como el “Papa social” sobre todo por su encíclica Rerum Novarum, León XIII, que ha inspirado el nombre del nuevo Papa, mostró siempre un gran apoyo a la Iglesia en Estados Unidos, que durante su pontificado (1878-1903) pasó a ser una de las más pujantes del mundo.
La elección del nombre de León, el gran inspirador de la doctrina social católica, se ha considera que es una señal de un énfasis en la justicia y en el papel de la Iglesia en el mundo por parte del recién elegido Papa. Lo cierto es que León XIII estuvo muy en contacto con los obispos de Estados Unidos, apoyando sus decisiones en los Sínodos de Baltimore, que reunían a toda la Iglesia norteamericana, invitando a sus obispos a acudir a Roma y enviándoles comunicaciones y mensajes. Entre ellos destaca la encíclica “Longinqua oceani”, sobre el catolicismo en los Estados Unidos.
En esta encíclica, la primera de un Papa dirigida a los obispos de Estados Unidos, el Papa León XIII recordaba el apoyo de todos los católicos estadounidenses al crecimiento y prosperidad de su nación, en parte, gracias a la libertad de que gozaban. Recordó en esa encíclica la amistad que unió al primer obispo de la historia de Estados Unidos, John Carroll, y al primer presidente George Washington. Alababa además a los laicos cuya laboriosidad y generosidad habían permitido “erigir innumerables instituciones religiosas y útiles, edificios sagrados, escuelas para la instrucción de la juventud, colegios para las ramas superiores, hogares para pobres, hospitales para enfermos, conventos y monasterios”. Un crecimiento visible que iba de la mano de un crecimiento en la fe, en la caridad y socorro de los necesitados y en el aumento de la piedad popular.
Les decía que “América parece destinada a cosas mayores. Ahora bien, es nuestro deseo que la Iglesia Católica no solo participe, sino que contribuya a lograr esta futura grandeza”, señalaba aquel Papa. Y, en una clara equivalencia a “tender puentes” que decía ayer el Papa León XIV, añadía que muchos de los ciudadanos de Estados Unidos “que disienten de nosotros en materia de fe cristiana”, basaban su disidencia en una cuestión de herencia más que de voluntad. Por eso pedía a la Iglesia, tanto al clero como a los laicos, que empleara todos “los medios de persuasión para inducirlos a examinar detenidamente cada aspecto de la doctrina católica y a liberarse de prejuicios”.