Las religiosas, que dedican su amor y la labor de su vida al bien de la humanidad
- On 23 de enero de 2025
OMPRESS-ROMA (23-01-25) El Papa Francisco recibía ayer en audiencia al Consejo de la Fundación Conrad Hilton, que gestiona el Fondo del mismo nombre para Religiosas. Antes de fallecer en 1979, Conrad Hilton, el fundador de una de las cadenas de hoteles más importantes del mundo, estableció este fondo destinado a ayudar a las religiosas en todo el mundo.
A este fondo solo pueden solicitar ayudas los miembros de congregaciones religiosas femeninas de la Iglesia católica que hayan pronunciado sus votos. Los proyectos que se apoyan no son de grandes sumas ni colosales. Se trata de ayudas de unos 15.000 dólares o menos, porque en esta institución son conscientes de que una religiosa misionera es capaz de hacer milagros con esa cantidad. Y así de pequeña en pequeña cantidad ya llevan entregados, desde 1986, más de 60 millones de dólares que han permitido a las religiosas hacer estos milagros.
“Su Fundación”, les decía ayer el Papa Francisco, “ha demostrado cómo la generosidad y el compromiso pueden transformar la vida de quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. El servicio gratuito en los campos de la educación, la sanidad, la ayuda a los refugiados y el alivio de la pobreza es un testimonio, un testimonio concreto de amor y compasión. No olviden esta palabra: compasión, ‘sufrir con’. Dios es compasivo, Dios nos tiende la mano y sufre con nosotros. Y la compasión no es lanzar una moneda a la mano de la otra persona sin mirarla a los ojos. No. La compasión es acercarse y ‘sufrir con’. Que no se le olviden esta palabra: compasión”. Añadía el Papa que “su fundador, Conrad Nicholson Hilton, les legó su sueño, que anima los proyectos de la Fundación. Entre ellos hay uno en el que ustedes son muy activos: el de apoyar a las monjas. Conrad Hilton tenía en gran estima a las monjas y en su testamento pidió a la Fundación que las apoyara en su misión de servir a los más pobres y a los últimos”.
Este empresario católico recomendaba a su Fundación que estuviera atenta a salvaguardar a los niños “con el paraguas de vuestra caridad; sed generosos con sus escuelas (las de los niños), con sus hospitales y sus lugares de culto. Ayudad a sus protectoras y defensoras, las Hermanas, que dedican su amor y la labor de su vida al bien de la humanidad”.