Las recomendaciones de un obispo misionero para prevenir la pandemia
- On 15 de junio de 2020
OMPRESS-BOLIVIA (15-06-20) Mons. Jesús Galeote Tormo, franciscano, obispo del Vicariato Apostólico de Camiri, en la zona del Chaco boliviano. Este misionero madrileño da algunos consejos y recomendaciones espirituales para superar la pandemia, dirigidos a los fieles de este vicariato apostólico misionero. “A nivel nacional van aumentando los casos y van aumentando también los fallecidos”, dice Mons. Galeote, “es una situación que las autoridades en salud, están siguiendo con medidas como la cuarentena que se ha establecido, las normas de aislamiento social, el tratamiento de los casos que presentan ya síntomas graves y la educación para trabajar en la comunidad y afrontar esta pandemia. Algunas recomendaciones para prevenir la pandemia:
Cuidar de uno mismo, de la familia, de la comunidad: El objetivo es el cuidar de uno mismo, siendo responsables, cuidar de la familia y cuidar de la comunidad. Conocer las características de este virus, que tiene la capacidad de ser un virus que se contagia fácilmente, que tiene peligrosidad, que hay una parte de la población que puede tener síntomas muy leves o asintomáticos, pero que también pueden contagiar esta enfermedad.
Buscar fuentes de información seria: Esta el esfuerzo por prevenir la enfermedad, es necesario seguir información seria, no quedarse en el WhatsApp, seguir las recomendaciones de las Organización Mundial de la Salud (OMS).
Actualizarse permanentemente sobre los tratamientos médicos: Como se sabe, es un conocimiento progresivo, se van descubriendo nuevos aspectos sobre el virus, su tratamiento, y otros. Una forma muy dinámica en el que normas de ayer, hoy pueden ser corregidas.
Aplicar las medidas preventivas en todo momento: Sigamos con las medidas preventivas como lavarse las manos, el empleo de las mascarillas o barbijos, el distanciamiento social y estar preparados, para que si se tiene algún caso leve se sepa cómo actuar, y cuando es un caso grave, que pueda contactarse con el sistema de salud.
Cuidar los valores humanos, la solidaridad: Cuidar la mente y el cuerpo está bien, pero es necesario cuidar el espíritu y la comunidad. Durante la pandemia, es importante cuidar los valores humanos, acrecentar la solidaridad, ayudar a una persona si se contagia y también al cuidado de la familia.
Participemos de las eucaristías que se transmiten por la vía digital: Este tiempo seguir las transmisiones de las Eucaristías por la vía digital, Facebook, radios locales, los sacerdotes hacen un esfuerzo por llegar al pueblo de Dios, en el último tiempo durante la Cuaresma, la Semana Santa, la Pascua y ahora, para las celebraciones de Corpus Christi.
Que la atención espiritual vaya seguida de la atención corporal: Evidentemente hemos procurado que la atención espiritual esté seguida de una atención también corporal, es decir, igual que Jesús hizo la multiplicación de los panes y está el signo del compartir, entonces compartir el pan de la Palabra, de la Eucaristía, el de la caridad, y desde aquí, yo agradezco a todas las parroquias y a los encargados de estas dimensiones, tanto a nivel parroquial como a nivel de Caritas, y tantos otros.
Practicar la ‘Comunión Espiritual’ hasta que se reabran los templos: Estábamos contentos porque se daba cierta apertura en los Templos, pero nuevamente nos aconsejan esperar hasta final de este mes de junio, entonces mientras tanto, como dijo el Papa Francisco, ‘la Comunión Espiritual es un momento de recibir al Señor. Señor ante ti quiero estar, junto a ti Señor, quiero recibir tu cuerpo y tu sangre salvadora, y quiero también pedirte que esta unión con Cristo me de ánimo, fortaleza y me dé tu Espíritu’.
A diario: liturgia a través de la Palabra de Dios y reflexión de la actualidad: Consideramos que el pueblo de Dios, y las familias concretamente, pueden tener esta atención espiritual y varias parroquias celebran la Eucaristía diariamente, los sacerdotes hacen su homilía breve, animando al seguimiento de la liturgia de cada día, a través de la Palabra de Dios y una breve reflexión muy conectada con los problemas de hoy.
Cultivemos la dimensión humana, psicológica y espiritual en la familia: Animarlos para aprovechar este tiempo, disfrutar de la familia. En este mes de mayo hemos celebrado la semana de la familia, también virtualmente. Entonces aprovechar este tiempo para convivir con la familia, para tener ese tiempo que a veces la vida no nos deja cada día. En algunos casos hemos indicado que quizás mucha cercanía también ha creado problema, entonces espiritualmente, sobretodo en este segundo, hemos descubierto los aspectos positivos que tiene esta pandemia, en el sentido del cuidado de la creación, de la familia, de la vida. Pero también los negativos: los miedos, los rechazos que puedan existir. En familia hay que cultivar sobretodo la dimensión humana, psicológica y espiritual. Rezo del rosario, lectura de la Biblia, comunicaciones positiva de ánimo y de fortaleza de unos a otros.
Que el compartir Cristiano alimente nuestro espíritu: Nos unimos a toda la Iglesia, como un tiempo de esperanza, de luchar juntos y de pedir al Espíritu Santo, (hemos celebrado Pentecostés), pedir que nos de esa energía, esa fortaleza y los Dones del Espíritu, para el cuidado de la comunidad y acercándonos a la fiestas del Corpus Christi, pedir sobre todo que el compartir cristiano que Cristo nos ha dejado en la Palabra de Dios, alimente nuestro espíritu en el Pan Eucarístico, en el cuerpo y la sangre de Cristo que, se entrega por nosotros.
Vivamos las diversas iniciativas de ayuda solidaria: ollas comunes, bancos de alimentos. Aquí hemos recibido unas iniciativas a nivel nacional, recordando como Jesús comparte el alimento con sus discípulos, con la gente para mostrar el Reino de Dios, como este banquete del Reino, también la solidaridad, hay muchos gestos de solidaridad, de ayuda, ollas comunes, bancos de alimento, proyectos como ha habido a nivel nacional. Entonces una invitación a vivir esta etapa que nos corresponde todavía de cuarentena que se va abriendo.
Pidamos por los afectados y sus familias, oremos por los que nos dejaron y reconozcamos la labor del personal de salud: A las personas que han sido afectadas. Pidamos por las familias que el Señor les dé fortaleza y nuestra oración por los hermanos que nos dejaron. Y siempre reconociendo la labor de las autoridades tanto a nivel a nacional, departamental y municipal y al personal de salud. La Iglesia sigue ayudando para superar la pandemia.
Seamos gente nueva, renovados en el Poder de Dios: Esperanza y confianza en Dios, en el amor de Cristo, que nos de la capacidad de ser gente nueva, hombres y mujeres renovados en el Poder de Dios”.