Las Obras Misionales Pontificias y los niños sordos de Mua

  • On 15 de marzo de 2022

OMPRESS-MALAWI (15-03-22) A través de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera, los niños y adultos que han colaborado con la Obra han podido rescatar de la quiebra a la Escuela para Niños Sordos de Mua, en la diócesis de Dedza, en la zona más montañosa de Malawi, en la que las Siervas de la Virgen María se desviven por los 198 alumnos atendidos en la misma. Y es que además de intentar brindar una educación integral gratuita y cuidar a las niñas y niños con discapacidad auditiva, que provienen de toda la región central de Malawi, la escuela se enfrenta a muchos desafíos económicos, ya que, aunque la educación primaria es gratuita, los fondos gubernamentales son mínimos y normalmente tardan meses en llegar.

Como explicaba la subdirectora de la escuela, la hermana Happy Tchoka: “La Mua School for the Deaf tiene 198 alumnos, que aprenden y se quedan en este campus. No recibimos dinero de los padres ya que la educación primaria es gratuita en Malawi, por lo que dependemos de las ayudas económicas de los bienhechores. Por ello, nos enfrentamos a muchos desafíos que van desde la falta de materiales para la enseñanza y el aprendizaje, a la escasez de alimentos para los niños, pasando por cosas tan básicas como colchones, ya que la escuela tiene más niños de los que podría acoger”.

Además, según explicaba la directora de la escuela, la hermana Paulina Mpingo, explicaba que la escuela está llevando a cabo un proyecto de renovación en fases. La primera fase será la renovación de la zona de las niñas, pero a ella seguirán la construcción de baños, la compra de diversos elementos de absoluta necesidad como frigoríficos, y después, el convento de las mismas hermanas. Uno de los problemas más acuciante es la alimentación: “compramos varios alimentos como maíz, frijoles, arroz, maní, harina, azúcar, sal, aceite de cocina, pollo, carne de vaca y muchos otros, esto nos ha ayudado a proporcionar comidas adecuadas a los niños”, dice la hermana, que da las gracias a las Obras Misionales Pontificias, y hace un llamamiento a las personas de buena voluntad, tanto de dentro como de fuera de Malawi para ayudar a la escuela.

Esta escuela para niños sordos no es el único lugar, en la diócesis de Dedza, que recibe ayudas de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera. Se ayuda también al Centro de Salud St. Annes Bonbeke, para la compra de medicinas, sobre todo antibióticos y antipiréticos o a la misma Administración Diocesana de la diócesis, con becas para 50 niños necesitados, para sufragar sus gastos escolares, sus uniformes, el transporte y un poco de “pocket money” (dinero de bolsillo), aunque sea para chuches. Para pagar alimentos para los más pequeños se ha ayudado a la parroquia de Nuestra Señora de la Victoria de Mtakataka, o la de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de la misma Mua, donde está la escuela para sordos. Todo esto con las ayudas de Infancia Misionera, la Obra Pontificia en la que los “niños ayudan a los niños”.

 

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