Las Obras Misionales Pontificias en apoyo a las Amantes de la Santa Cruz

Las Obras Misionales Pontificias en apoyo a las Amantes de la Santa Cruz

  • On 19 de noviembre de 2024

OMPRESS-VIETNAM (19-11-24) En los últimos tres años la generosidad de los fieles de todo el mundo con el Domund y las Obras Misionales Pontificias ha permitido colaborar en la construcción de tres conventos de la Amantes de la Santa Cruz, la primera congregación asiática de la historia y una de las más numerosas de la Iglesia. La primera comunidad de estas religiosas fue fundada en Kien Lao, al norte de Vietnam por el misionero Pierre Lambert de la Motte en 1670. Este misionero, el primer vicario apostólico del mundo y el primer obispo nombrado para la zona de Vietnam, concibió la idea de fundar las Amantes de la Santa Cruz tras un retiro de cuarenta días. Hoy, con más de siete mil religiosas, la congregación es una de las más pujantes de la Iglesia, y en la zona de su nacimiento cuenta con 39 comunidades en Vietnam, 3 en Tailandia, 1 en Laos y 1 en Camboya.

Las hermanas, que hacen una labor insustituible en ámbitos como la caridad, el cuidado de enfermos, la asistencia a los pobres, la educación y la pastoral en todas las diócesis vietnamitas, se ha dirigido a las Obras Misionales Pontificias para solicitar ayuda en la construcción de tres de sus casas. La primera se empezó a construir en julio de 2021 en la ciudad de Vinh, para dar alojamiento a nueve hermanas, con aulas para el catecismo y un jardín de infancia para niños. La segunda es el convento Yen Dai de Nghi Phu, un edificio de dos pisos que acoge a las numerosas hermanas de esta comunidad. En cuanto a la tercera comunidad apoyada por las Obras Misionales Pontificias, es el convento que se encuentra al lado de la Parroquia de Khe Ngang, que ahora mismo está en construcción. Cuando se termine veinte hermanas crearán una nueva comunidad en este pueblo vietnamita que trabajará en diversas tareas pastorales y de cuidado de las personas.

Se trata de apoyar la increíble labor que llevan adelante estas religiosas que se vuelcan en los más desfavorecidos. El carisma de las Amantes de la Santa Cruz, cuentan ellas mismas, “es dirigir nuestra mente, corazón y vida hacia Jesucristo Crucificado, y nuestros ministerios están en el campo del trabajo social, la educación y la atención de la salud”. Una de sus últimas iniciativas a largo plazo, inspirada en la vida de su fundador Pierre Lambert de la Motte, que cruzó medio mundo para compartir el amor de Cristo, es la “Misión del Amor”, comenzada en el verano de 2013 con el propósito de servir a los pobres en las áreas remotas de Vietnam del Norte. A los habitantes de estas zonas, habitadas sobre todo por la etnia hmong, las hermanas encargadas del proyecto han destinado dinero para becas de estudio, desde guardería hasta universidad, han construido casas, sistemas de agua potable y tanques de almacenamiento, programas de alimentación y servicios sanitarios gratuitos, y ayudas tan sencillas como mantas, chaquetas y sandalias, que en esta zona son muy apreciadas cada invierno. Incluso han ayudado en la construcción de caminos y pequeños puentes. La hermana Josefa Ha, coordinadora de “Misión de Amor”, explica que como Amantes de la Santa Cruz, “queremos ser manos visibles de Cristo Crucificado, que consuelen a los pobres y alivien su sufrimiento”.

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