OMPRESS-MADRID (12-03-24) Es lo que afirma Óscar Azcona, delegado de Misiones de la archidiócesis de Pamplona-Tudela y encargado de estas peregrinaciones, las Javieradas. En estas fechas que estamos, literalmente en medio de las Javieradas –la primera fue el sábado y la segunda este domingo–, Óscar habla de lo que significan.

Son “peregrinaciones”, dice este sacerdote navarro, porque “la actitud peregrinante es una actitud cristiana que evoca sin duda lo que es la propia vida. Somos peregrinos hacia la casa del Padre. Son peregrinaciones también que se realizan en el tiempo de Cuaresma y en torno a la Novena de la Gracia”. Un novena que va desde el 4 al 12 de marzo, el aniversario de la canonización de San Francisco Javier. Óscar cuenta que la de este año es la edición número 84: “Es toda una tradición, y no solo en Navarra, en toda España”, y aunque surgió en Navarra, “muchas diócesis se suman a la peregrinación”.

A las Javieradas como al Camino de Santiago se va a andar, a peregrinar a pie, por lo que el número de quienes participarán siempre es una incógnita. “El número siempre es incierto”, señala el delegado de misiones de Pamplona-Tudela, “porque depende de un condicionante importante que es el tiempo, la climatología”. Se llegó a 26.000 personas año pasado, “a pesar de que todavía se estaba normalizando el tema de la pandemia”, con los miedos e incertidumbres que se creó en torno a encuentros y reuniones. No son pocos, teniendo en cuenta que se hace a pie, recorriendo mucho o poco, desde Pamplona o un poco más cerca.

Óscar Azcona recuerda que las Javieradas siempre han estado vinculadas a las misiones, y no pueden entenderse sin la misión, “tienen siempre un sabor misionero”. Desde la misma organización y preparación se “intenta que quede bien claro ese matiz misionero. Este año, por ejemplo, el lema de las Javieradas es ‘Corazones en camino’ que, para quienes estén metidos en el mundo de las misiones, recordará al lema ‘Corazones abiertos, pies en camino’, del Domund de pasado octubre”. Además, añade, “desde hace unos años tratamos de que las Javieradas estén vinculadas a un rostro y a un proyecto misionero concreto”. Algo que resulta fácil de hacer porque, “en Navarra todavía tenemos la suerte de tener casi 500 misioneros extendidos por todo el mundo, en los cinco continentes”. Después de todo añade, el sacerdote navarro, no podían ser otra cosa que misioneras “porque San Francisco Javier es el patrón universal de las misiones, que parece que habla a cualquier joven de hoy y le dice: sé valiente, ten ánimo, no tengas miedo, merece la pena darlo todo por Jesús”.