OMPRESS-MADRID (22-11-24) La Conferencia Episcopal Española presentó ayer el Congreso nacional sobre Vocaciones, que tendrá lugar en Madrid del 7 al 9 de febrero de 2025. Con un aforo de 3.500 personas, este evento nacional pretende reunir representantes de todas las diócesis, congregaciones, movimientos y realidades de la Iglesia en España para promover una nueva cultura vocacional.

“Se trata de entender la vida como una vocación, que se concreta después en la variedad de vocaciones”, explicó ayer monseñor Luis Javier Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE). El objetivo profundo de este Congreso, según desgranó monseñor Argüello, es el de promover una cultura vocacional, que actualice la pastoral de la Iglesia a los desafíos de hoy. La vocación no se presenta solo como una elección personal, sino como el descubrimiento de una llamada. Y para ello, tal como propone el Papa Francisco en Christus Vivit, pasar de la pregunta existencial “¿Quién soy yo” a “¿Para quién soy yo?”.

El congreso se desarrollará a lo largo de tres días, con varias ponencias y 64 talleres. En él se presentará la riqueza de vocaciones que tiene la vida eclesial, desde las de especial consagración a la vocación laical y matrimonial. Y por supuesto, la vocación misionera ad gentes también tendrá su lugar en el Congreso.

Así lo afirmó en declaraciones a OMPress el padre Luis Manuel Romero, secretario del Servicio Conjunto de Pastoral Vocacional de la CEE. “Cuando hablamos de la misión de la Iglesia, lo hacemos en sentido amplio”, explicó. “Por eso nos preocupa no solo aquí, en nuestra tierra y nuestros países, sino que la gente se plantee también esa llamada de ir a otros continentes y países, a otros lugares: lo que llamamos la misión ad gentes”. Y por eso, en el Congreso habrá varios talleres con testimonios de misioneros ad gentes para toda la vida. “En esa pregunta del “para quién soy” a veces hay que ver que Dios me esté llamando para el servicio de otras Iglesias”, concluyó.

Este Congreso de Vocaciones no busca ser un evento puntual, sino que pretende iniciar un proceso, ser un pistoletazo de salida para un nuevo planteamiento vocacional en la Iglesia en España. Entre todas tareas a realizar, se propone crear en cada diócesis un servicio conjunto de pastoral vocacional, en la que trabajen conjuntamente sacerdotes, religiosos y laicos.