La situación en Sudán empeora aún más
- On 29 de junio de 2023
OMPRESS-SUDÁN (29-06-23) El conflicto de Sudán se extiende, según informaciones de “Popoli e Missione”, la revista de las Obras Misionales Pontificias en Italia, confirmadas por otras fuentes. El número de personas desplazadas no deja de aumentar en lo que ya es un verdadero caos, en el que la peor parte se la llevan siempre los más vulnerables.
Sudán se hundió en este caos en abril. Desde entonces, el país ha padecido los duros enfrentamientos armados entre el ejército y los paramilitares del RSF (Rapid Support Forces) en la capital y en otros distritos, que han dejado más de tres mil muertos y miles de heridos. Desde que estalló el conflicto, la ONU estima que alrededor de 2,5 millones de personas se han visto obligadas a huir dentro y fuera de Sudán.
“Las cosas se complican en Sudán con la entrada en campo de una tercera entidad armada: una de las tres denominaciones del Sudan People’s Liberation Army – North (Spla-N) (Ejército Popular de Liberación de Sudán)”. La situación en el país africano, sumido en el enésimo conflicto, es analizada por la redacción de “Popoli e Missione”, la revista de las Obras Misionales Pontificias en Italia. Desde la redacción explican que este nuevo grupo lleva varios días “haciendo estragos entre Kordofán del Sur y el Nilo Azul, las regiones de origen y pertenencia de estos combatientes”. Por lo tanto, se están abriendo nuevos frentes de guerra en Sudán “y, por supuesto, quienes pierden son los civiles. El estallido del conflicto también en la región fronteriza con Etiopía, en el Nilo Azul, es una novedad que dibuja escenarios preocupantes”. Cientos de personas de las más vulnerables están huyendo a Etiopía, empujadas por el movimiento rebelde, que acaba de entrar en el conflicto que se libra desde el 15 de abril entre el ejército gubernamental y los paramilitares del general Hemedti. Se trata por tanto de un tercer protagonista armado.
Un misionero que vive y ha trabajado durante años en Sudán, y que pide permanecer en el anonimato para evitar represalias, ha hablado con la redacción de “Popoli e Missione”. “Es demasiado pronto para entender cuál es la verdadera intención de este grupo armado, el Spla-N y de su líder –explica el misionero–; en el pasado me había parecido de los más razonables, por lo que ahora me pregunto si su intervención en la guerra debe interpretarse como una defensa extrema del pueblo, en Kordofán del Sur y el Nilo Azul, o como una simple voluntad de dominio. Especialmente ahora que el ejército regular es más débil”. Y añade: “El Spla-N podría querer aprovechar la retirada parcial del ejército de esas zonas para conquistar más territorio”.
Algunos testigos presenciales han contado al Sudans Post que “los combates en el Nilo Azul comenzaron en la madrugada del lunes, cuando las fuerzas armadas pertenecientes al Spla-North atacaron al ejército sudanés al sur de Kurmuk, en el Nilo Azul”, provocando la huida de cientos de desesperados. Otros diarios locales y Reuters confirman los enfrentamientos.
El misionero confirma también que la situación interna en todo Sudán “es cada vez más confusa y dramática para los civiles que se quedan en casa, y para los desplazados que tienen que llegar a los países vecinos, sobre todo Egipto, luego Chad y Etiopía”. Egipto ha puesto muchas restricciones a las visas para los refugiados que salen de Sudán: hasta hace unos meses, los niños y los ancianos no necesitaban visa, ahora sí. La redacción de “Popoli e Missione”, añade que, “a pesar de la falta de alimentos y de productos básicos, los misioneros que no han abandonado Sudán están bien: los Combonianos siguen presentes en tres lugares: Port Sudan, donde están bastante tranquilos, aunque la ciudad ha recibido muchísimos desplazados internos y tiene una infraestructura limitada; en Kosti, en la carretera a Sudán del Sur. Y finalmente en El Obeid”.
Los misioneros salesianos, por su parte, están presentes tanto en El Obeid como en Jartum y un mensaje suyo que ha llegado a la redacción dice: “La situación empeora, día a día se hace más dura. Falta comida y agua, los bancos están cerrados y si alguien tiene moneda extranjera no puede cambiarla de ninguna forma porque ya no hay dinero en circulación”.