La situación en Haití es desesperada
- On 11 de marzo de 2024
OMPRESS-HAITÍ (11-03-24) El Papa Francisco, durante el Ángelus de ayer domingo, expresaba su “preocupación y dolor por la grave crisis que afecta a Haití y por los episodios violentos ocurridos en los últimos días” y dijo estar cerca de la Iglesia y del “querido pueblo” que sufre desde hace años. Puerto Príncipe, señalaba un organismo de la ONU, es una “ciudad bajo asedio”, después de que asaltantes armados atacaran el palacio presidencial y la sede de la policía. Los grupos criminales, que ya controlan gran parte de la ciudad y las carreteras que conducen al resto del país, han sembrado el caos en los últimos días en un intento de deponer al Primer Ministro, Ariel Henry. El puerto está cerrado, bloqueando decenas de contenedores llenos de alimentos y suministros médicos en un momento en que, según funcionarios de la ONU, la mitad de los más de 11 millones de habitantes del país no tienen suficiente para comer y 1,4 millones están muriendo de hambre.
Los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, en una nota redactada por el P. Guillermo Siles Paz, OMI, mostraban el panorama de los que está sucediendo en este país fallido: “Cada día la situación de Haití es más difícil de resolver porque los grupos violentos, las pandillas armadas han tomado casi todo Puerto Príncipe. Por esa razón no existe ningún movimiento. Los pandilleros han tomado control de la ciudad reprimiendo a las personas, violentando y presionando al gobierno para que dimita. Son grupos armados que no quieren que otros resuelvan sus problemas, sino ellos mismos. El presidente de Haití, Ariel Henry, aun está fuera del país, se dice que está en Puerto Rico y que no pudo ingresar a Haití, pero tampoco pudo aterrizar en República Dominicana.
Conversando con el superior provincial, de los Oblatos en Haití, P. Joli Coeur Dominique, OMI nos relata una situación de mucho dolor y tristeza, nos dice: ‘la ciudad prácticamente está paralizada, el estado de emergencia y estado de sitio hace que todo sea inmóvil. Las calles silenciadas, ningún lugar de trabajo, ni la banca y también las escuelas están cerradas. Según informes el control que tienen es total. Son las redes que permiten estar al tanto de lo que pasa en el país’.
Otra preocupación que surgió en ultimas horas fue que el grupos pandilleros armados han entrado al hospital católico donde todos los sacerdotes y religiosos suelen usar para su servicio. Fue asaltado, al mismo tiempo destruido y saqueado. Todos los equipos destruidos. Por lo que si pasa alguna necesidad los mismos oblatos no tendrían donde ir.
No se puede trabajar, el mismo superior provincial intentaba hacer algún movimiento, pero no se puede, en las calles a los sacerdotes los persiguen, secuestran y matan. Recientemente tuvieron un retiro y varios oblatos no pudieron volver a casa con su movilidad porque los grupos los asaltan y quitan las movilidades.
El aeropuerto y la frontera está cerrado y nadie puede moverse porque puede ser interceptados y además de maltratado. El padre Dominique dice: ‘Es una situación muy difícil, no se puede trabajar, ni viajar de casa, ni ir a otra a casa para ver como están, porque en la calle los sacerdotes que estaban en el retiro anual, antes querían volver a casa, pero tres coches fueron interceptados. Los grupos armados circulan por las calles sembrando terror. La policía está controlada por ellos y porque todos están bien armados. No podemos salir de casa, estamos después de 11 días en la casa, pero para evitar cualquier accidente optamos por irnos a la planta más bajo de la casa, porque frecuentemente hay disparos y muchas balas pasan por la casa. Recientemente los porteros de casa sufrieron heridas’.
Como se ha declarado estado de emergencia y toque de queda, las calles están totalmente silenciadas, pero también las casas financieras y los policías no pueden hacer nada. Es una total inseguridad, en varios momentos han secuestrado religiosas y sacerdotes, los agarran los llevan lejos los despojan de sus bienes y luego los abandonan. Como dice el padre Dominic: ‘Nuestra seguridad está en la mano de Dios’.
Los oblatos en Puerto Príncipe son alrededor de 29 personas, aunque la mayoría están en las otras ciudades, Pero los que viven en Puerto príncipe. ‘Estamos viviendo momentos muy difíciles porque no hay comida, o si encontramos algo es bastante caro. Los que más sufren aún son los estudiantes del escolasticados, que no pueden ni asomarse a la puerta de casa’, señala el padre Dominique.
Los gobiernos y cooperación internacional están procurando ayudarles, para que estén tropas extranjeras pueda colaborar con el gobierno, pero estos grupos violentos los rechazan cualquier tiempo de intervención extranjera. Pero la realidad es que el pueblo no tiene hoy por hoy ningún tipo de protección y eso hace incierta cualquier solución.
Estos grupos violentos son los mismos de siempre, pero desde la muerte del presidente haitiano, no han parado por poner terror en las calles. Desde hace meses han logrado controlar la ciudad, pero también están muy armados, y siguen amenazando. Han destruido todas las comisarias, y casa de gobierno.
Las escuelas se han suspendido desde el jueves pasado. Pero más en Puerto Príncipe. Mientras que en las otras ciudades no, sobre todo en sur del país los chicos pueden ir al colegio y también no hay mucha violencia. La frontera está cerrada, y los medios de comunicación viven una autocensura. La mayoría de la comunicación es a través de las redes y eso está alimentando información. Por las redes se pueden saber todo lo que está pasando en la ciudad”.