La música y el ejemplo de dos grandes misioneras

  • On 28 de febrero de 2020

OMPRESS-AVILÉS (28-02-20) Este sábado tendrá lugar en Avilés el Festival de la Canción Misionera de Asturias. En esta cita anual, la Delegación de Misiones de la archidiócesis de Oviedo y el Grupo de Misiones de Gijón invitan a todas las parroquias, grupos y colegios del Principado a expresar con la música la alegría de que cada cristiano es un enviado de Jesús, un misionero. No otro es el lema de este festival, “Bautizados y enviados”, que este año tiene un toque especial al celebrarse en el Colegio Nuestra Señora del Buen Consejo de las Agustinas Misioneras de Avilés, en la calle Santa Cecilia 7.

Y es que las Agustinas Misioneras acaban de celebrar el 25 aniversario del martirio en Argelia de las hermanas Caridad Álvarez y Esther Paniagua. Fueron beatificadas por el Papa Francisco junto a otros 17 mártires de Argelia verdaderamente excepcionales, entre los que se cuentan los famosos monjes de Tibhirine. El 23 de octubre de 1994, el día del DOMUND de aquel año, las dos misioneras eran asesinadas a tiros en Argel. Conscientes del peligro que corrían, meses antes se habían despedido de sus familias en España, en una breve visita. “En marcha se ponen los Misioneros”, explican desde la Delegación de Misiones haciendo referencia a la reciente campaña de Infancia Misionera “Con Jesús a Egipto en marcha”, “para anunciar a Jesús a quienes no lo conocen; también nosotros debemos que salir al encuentro del otro y de Dios”.

Las letras de las canciones de este encuentro, que comenzará a las 11:00h., girarán en torno al lema, el “Bautizados y enviados”. Se ha querido que no sólo sean buenos el ritmo y la melodía. Las letras expresarán la acción misionera de los niños y jóvenes y el deseo de ser misioneros en el mundo. Además de música, habrá momentos para jugar, para orar y, sobre todo, para vivir un gran ambiente fraterno. El proyecto misionero que se apoyará este año con el festival será precisamente de las Agustinas Misioneras. En los cerros de Cafayate, en el norte de Argentina, en la provincia de Salta. Allí dan asilo y educación a más de un centenar de jóvenes y adolescentes sin recursos.

 

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