La misionera Mónica de Juan Sánchez, condecorada por su labor en Haití
- On 20 de junio de 2019
OMPRESS-HAITÍ (20-06-19) Ayer el rey Felipe VI condecoraba a verdaderos héroes civiles que se entregan a los demás, a los que ha entregado la medalla de la Orden al Mérito Civil. Son personas como Juan Antonio Colás y María Ángeles Martín que han tenido en acogida en su hogar a 15 niños y niñas; o como Clotilde Veniel, de 107 años, voluntaria de Caritas; o como Eugenio Baisón, que ha donado sangre 161 veces.
Entre los condecorados también había una misionera, Mónica de Juan Sánchez, de las Hijas de la Caridad, que lleva casi 10 años en Haití, tras marchar para ayudar al país caribeño tras el terrible terremoto que sufrió en el 2010. Ha trabajado en la Cité Soleil, el más grande de los “bidonville” – las villas miseria hechas de bidones –de Puerto Príncipe, con nada menos que 300.000 habitantes.
Cuando llevaba tres meses allí, Mónica escribió un artículo sobre lo que se había encontrado al llegar a Haití, en la revista de las Hijas de la Caridad, Caminos de Misión. Describió la situación tras el terremoto en dos palabras: miseria y destrucción. Recordó cómo las Hijas de la Caridad desempeñaban diferentes servicios antes del terremoto y siguieron adelante con ellos: centros de salud y dispensarios, escuelas y formación, centros de nutrición, atención sanitaria en zonas rurales… Todo eso, siguieron haciéndolo adaptándose a las circunstancias, e incluso aumentaron su labor con las 10 hermanas, entre ellas Mónica, que habían llegado de diversos países.
“Parece que es mucho lo que hemos hecho, ¡PUES NO ES CIERTO!”, decía la misionera entonces. “En estos 3 meses no hemos hecho más que recibir, solo hemos dado un poquito y hemos recibido el ciento por uno”. A las hermanas que fueron “nos ha cambiado la vida”. Y añadía, a pesar de que escribía en el mismo año del terremoto: “Ahora que en los medios de comunicación ha dejado de ser noticia Haití, porque ya no hay nada nuevo, nada espectacular… no olvidemos a nuestros hermanos que siguen sufriendo… No los olvidemos, ellos nos necesitan”. Ella sigue allí, sin olvidarlos, queriéndolos todos los días.