OMPRESS-PLASENCIA (3-10-23) Así definía su labor el misionero Juan José Aguirre, obispo de la diócesis de Bangassou, en la República Centroafricana. Una ternura misionera que quiso transmitir a los asistentes a las Jornadas de Reflexión y Animación Misionera de Extremadura de este pasado fin de semana. Voluntarios, catequistas, sacerdotes de las tres diócesis extremeñas se dieron cita para preparar el curso, con “corazones ardientes, pies en camino”, como señala el lema del Domund de este año.

Las jornadas tuvieron lugar en el Seminario Diocesano de Plasencia, y tuvieron como acto central la intervención de Mons. Aguirre. Cuarenta años de vida misionera en los que ha sufrido tres infartos, le han puesto nueve muelles en las venas y arterias, le han atracado, amenazado, disparado. Pero reconoce que no solo es feliz sino que si volviera a nacer, haría lo mismo. La razón es, sin duda, “la gracia de Dios. Sin ella no seríamos absolutamente nada. Poder estar con los más pobres es algo que llevamos en el corazón”. En su intervención llevó a los participantes ante la crueldad del ser humano, una realidad que muchas personas sufren a diario, pero también fue capaz de trasladar la esperanza en un mundo mejor, gracias a proyectos e iniciativas que permiten pensar en un futuro mejor. Se trata de “poner ternura donde ha habido mucha violencia”. Porque “la vida misionera es preciosa. Merece la pena gastar la vida de esta manera. Miles de misioneros dan su vida por el Evangelio. El ímpetu misionero está creciendo. No os fijéis solo en la Iglesia europea. Tenemos también miles de laicos y congregaciones que están naciendo y eso hace muy rica la Iglesia Universal”, explicaba el obispo de Bangassou.

En la conferencia estuvo presente el Obispo de Plasencia, don Ernesto Brotóns, junto al Emérito de Albacete, don Ciriaco Benavente, a los Vicarios Generales y de Pastoral, don Francisco E. Barrado y don David Calderón, y otros vicarios y sacerdotes diocesanos, además de las principales autoridades locales y del Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias, don José María Calderón. Fue él quien presentó el Domund de este año, que se celebra el 22 de octubre bajo el lema “Corazones Ardientes, pies en camino”. Los presentes pudieron conocer mejor qué significa esta obra pontificia, la Obra de la Propagación de la Fe. Una obra de la Iglesia y, por lo mismo, lo que se pone a disposición del Papa para ayudar a las jóvenes Iglesia de misión es la aportación de la Iglesia española, no de una institución. Las Obras Misionales Pontificias son la Iglesia que ayuda a la Iglesia no una institución a parte, una especie de ONG o asociación de cooperación.