La mirada misionera brota de la mirada de Cristo
- On 20 de mayo de 2024
OMPRESS-TOLEDO (20-05-24) El pasado jueves 16 de mayo se celebraba en Toledo, en la Parroquia de San Juan de la Cruz, el Día del Misionero Diocesano en la archidiócesis primada de España, con la presencia de Mons. Francisco Cerro Chaves, arzobispo de Toledo, acompañado del arzobispo emérito, Mons. Braulio Rodríguez Plaza, y del obispo-prelado de la Prelatura de Moyobamba, el misionero toledano Mons. Rafael Escudero López-Brea.
Una celebración que comenzaba a las 19:00h con una vigilia de oración en la que el sacerdote misionero Rafael María Contreras compartía su testimonio. Ordenado sacerdote en junio de 2014, tras un período de trabajo pastoral en las parroquias de Alía y La Calera, Rafael partió con destino a la prelatura de Moyobamba en Perú, en 2016. Actualmente, atiende la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen en Saposoa, en esta prelatura peruana. Relató cómo “me impresionó la pobreza tan grande de la gente y, sobre todo, la sed de Dios, y cómo los misioneros ponían la Eucaristía, el Santísimo Sacramento, en el centro de la misión. En este contexto vi la invitación de Dios a seguir el camino del sacerdocio misionero”. Compartió dos profundos momentos que le dejarían un recuerdo imborrable durante sus primeros meses como misionero: la atención a un enfermo terminal que había llevado una vida de maltrato y cómo, al final de su vida, solicitaba el sacramento de la Confesión; y la lluvia torrencial que experimentó y cómo todo el pueblo se movilizó para ayudarle.
La segunda parte de la celebración fue la celebración de la Misa, presidida por Mons. Francisco Cerro, que, en la homilía, glosaba su experiencia misionera desde tres miradas: “La mirada misionera brota de la mirada de Cristo cuando mira la mies”. La mirada de la Iglesia Universal porque “la Iglesia necesita misioneros”, de ahí la “disponibilidad de la Iglesia diocesana misionera para formar parte de la Iglesia Universal”. Finalmente, la mirada a los pobres: “Los más pobres de los pobres son los que no tienen a Dios, aquellos a los que si nosotros no les hablamos de Jesús nadie les hablará”.