La Iglesia os necesita en las fronteras

  • On 27 de octubre de 2025

OMPRESS-ROMA (27-10-25) El viernes recibía el Papa León XIV a los superiores mayores de la Compañía de Jesús, reunidos en Roma durante este mes de octubre, según explican los jesuitas, para “examinar la situación, los problemas y las iniciativas de la entera Compañía” y vivir su misión en el mundo actual.

El Papa los recibió en la Sala del Sínodo del Vaticano y les recordó que “vivimos en lo que muchos llaman un cambio de época, una época caracterizada por rápidos cambios en la cultura, la economía, la tecnología y la política”. También recordaba la labor desarrollada por la Compañía de Jesús, que “ha estado presente desde hace mucho tiempo donde las necesidades de la humanidad se encuentran con el amor salvador de Dios: mediante la guía espiritual, la formación intelectual, el servicio a los pobres y el testimonio cristiano en las fronteras culturales. San Ignacio de Loyola y sus compañeros no temieron la incertidumbre ni la dificultad; fueron a los márgenes, donde la fe y la razón se cruzaron con nuevas culturas y grandes desafíos”.

El Papa les lanzaba un desafío: “La Iglesia los necesita en las fronteras, ya sean geográficas, culturales, intelectuales o espirituales. Son lugares arriesgados, donde los mapas familiares ya no bastan. Allí, como Ignacio y los mártires jesuitas que lo siguieron, están llamados a discernir, innovar y confiar en Cristo”. Hacía referencia el Santo Padre a las “Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía, confirmadas por el Papa Francisco en 2019”.

Su primera preferencia es “señalar el camino hacia Dios a través de los Ejercicios Espirituales y el discernimiento”, para los que les animó a “encontrar a personas en esa inquietud: en casas de retiro, universidades, redes sociales, parroquias y lugares informales donde se reúnen quienes buscan la salvación. Comuniquen la alegría del Evangelio con humildad y convicción. Permanezcan como contemplativos en la acción, arraigados en la intimidad diaria con Cristo, pues solo quienes están cerca de él pueden guiar a otros hacia él”.

La segunda preferencia llama a los jesuitas a “caminar con los pobres, los marginados del mundo y aquellos cuya dignidad ha sido violada”. Para ello, “sus universidades, sus centros sociales, sus publicaciones e instituciones, como el Servicio Jesuita a Refugiados, pueden ser canales poderosos para promover un cambio sistémico”. Su tercera prioridad —acompañar a los jóvenes hacia un futuro de esperanza— “es urgente”, señalaba el Papa León XIV, porque “los jóvenes de hoy son diversos: estudiantes, migrantes, activistas, emprendedores, religiosos y marginados. A pesar de su diversidad, comparten una sed de autenticidad y transformación”. Por eso, es importante crear espacios “donde puedan encontrar a Cristo, descubrir su vocación y trabajar por el Reino. La próxima Jornada Mundial de la Juventud en Corea será un momento clave para esta misión”.

La cuarta preferencia es el cuidado de la casa común, teniendo en cuenta que “la conversión ecológica es profundamente espiritual; implica renovar nuestra relación con Dios, con los demás y con la creación. En este esfuerzo, la colaboración humilde es esencial, reconociendo que ninguna institución puede afrontar este desafío por sí sola. Que sus comunidades sean ejemplos de sostenibilidad ecológica, sencillez y gratitud por los dones de Dios”.

Concluía el Papa recordándoles que “su misión, queridos hermanos y hermanas, es ayudar al mundo a percibir esta novedad, sembrar esperanza donde la desesperación parece dominar, traer luz donde reina la oscuridad”. La única forma de llevarla a cabo es permanecer de cerca de Jesús, “mediante la oración personal, la celebración de los sacramentos, la devoción a su Sagrado Corazón y la adoración al Santísimo Sacramento”.

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