La Iglesia con Burkina Faso, un “país herido” por el terrorismo
- On 28 de mayo de 2019
OMPRESS-BURKINA FASO (28-05-19) Del 13 al 20 de mayo tenía lugar en Uagadugú, Burkina Faso, la Asamblea Plenaria de todos los obispos del Oeste de África. A pesar de que se desaconsejó que se tuviera en el país, estos obispos han querido respaldar con su presencia a toda la comunidad cristiana de Burkina Faso.
“Frente a esta inquietante ola de violencia que sopla no solo en Burkina Faso sino también en Níger, Malí y Nigeria”, decían en un comunicado, “expresamos nuestra condena más enérgica y queremos asegurar a nuestros hermanos y hermanas heridos nuestra solidaridad, nuestra comunión orante y nuestra compasión. Al celebrar nuestra asamblea aquí en Burkina, a pesar de la información poco tranquilizadora que se nos hizo llegar, hemos querido dar un signo de nuestra cercanía efectiva y afectiva. En nombre de toda nuestra Iglesia-Familia de Dios en África Occidental, ofrecemos nuestra sincera compasión y encomendamos a la misericordia de Dios las víctimas inocentes de estos actos bárbaros. Ante la violencia, solo tenemos una respuesta que dar, la que nos enseñó nuestro Maestro y que se inspira en nuestra fe: ‘Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian’ nos pide Jesús”.
En su comunicado recordaban: “Este país que nos ha acogido durante toda una semana es un país herido, cuyos hijos e hijas están profundamente preocupados por los atentados y ataques terroristas, que siembran desolación y angustia entre las poblaciones, en especial en las comunidades cristianas. Con nuestro corazón lleno de emoción y tristeza, pensamos en nuestros hermanos y hermanas que han pagado con sus vidas por su fidelidad al Evangelio y su devoción a la Virgen María, especialmente en los padres Antonio César Fernández, salesiano de Don Bosco, y Simeon Yampa, sacerdote diocesano de Kaya, así como en los fieles laicos de la parroquia de Dablo y de Bam. No podemos olvidar a los miembros de otras confesiones religiosas que han sufrido la misma suerte”.
“A los sacerdotes aún secuestrados, Pier Luigi Maccalli, de la Sociedad de Misiones Africanas, en misión en Bomoanga en Níger, y Joel Yougbaré, en misión en Djibo en Burkina; expresamos el apoyo moral y espiritual de toda nuestra comunidad cristiana”.
Ahora se añade este último ataque en Toulfé. Una misionera en Burkina Faso, que decía no tener miedo a morir, explicaba hace unos días que no quería dar detalles de su labor “para no poner en riesgo la seguridad de los que me rodean”. Esto muestra la dura situación a la que se enfrentan los cristianos en este país africano.