La campaña que ayuda a los sacerdotes de los países de misión

  • On 9 de julio de 2021

OMPRESS-ALEMANIA (9-07-21) Se llama PRIM (Die Priester helfen einander in der Mission – Los sacerdotes se ayudan mutuamente en la misión) y es una campaña anual que permite a los sacerdotes alemanes ayudar en sus necesidades materiales a sacerdotes de los países de misión. Si los sacerdotes se enferman en muchos países de África, Asia y Oceanía, por lo general no pueden pagar un médico. A veces no les resulta fácil comprar cosas tan comunes como una camisa nueva, un cepillo de dientes o una pastilla de jabón. A diferencia de los sacerdotes en Alemania, explican desde Missio München, las Obras Misionales Pontificias de Baviera, los de muchos países de misión no tienen un sueldo fijo. Por esta razón, el clero de Alemania lanzó la campaña PRIM hace ya 45 años, por la que los sacerdotes alemanes apoyan a sus hermanos en otros países.

En los últimos seis años, los sacerdotes en Alemania han recaudado más de diez millones de euros para este fin. El año pasado se recaudaron 1.656.262,88 euros para este fin. Gracias a estos ingresos, más de 7.500 sacerdotes de los países más pobres del mundo reciben ayudas para mantenerse cada año. En muchas diócesis, parte de las donaciones también se destinan a un fondo de pensiones o hacen posible una mayor formación.

En cada diócesis hay un sacerdote portavoz de PRIM, para animar a sus hermanos en el sacerdocio a ser generosos. A los sacerdotes les proponen hacer sus donaciones en momentos especiales como la celebración de su aniversario de ordenación sacerdotal e incluso que dejen su herencia a este fin.

El padre Hermann-Josef Brandt, de la diócesis de Essen, explicaba que los sacerdotes alemanes, “no tenemos miedo por nuestra existencia y podemos mirar al futuro con confianza”, algo que no es así en el caso de los sacerdotes de tantos países alrededor del mundo, sobre todo en esta época del coronavirus. El padre Benoit Bassene, párroco de Youtou, en Senegal, reconocía que en el pasado 2020, “la campaña PRIM fue para mí una vez más un verdadero maná en el desierto, especialmente con la pandemia de covid-19. De hecho, el apoyo llegó en el momento adecuado cuando había menos ayudas y casi todas las cuentas estaban en números rojos. Gracias por esta solidaridad de sacerdotes a sacerdotes”.

 

Comparte esta noticia en: