Javieradas 2019: “Enviados” como San Francisco Javier

Javieradas 2019: “Enviados” como San Francisco Javier

  • On 20 de febrero de 2019

OMPRESS-NAVARRA (20-02-19) Se acercan las Javieradas y este año si cabe serán más misioneras. Las peregrinaciones de este año al Castillo de Javier, para venerar al patrono de las misiones y de Navarra, tendrán como lema “Enviados”, como los misioneros y el mismo San Francisco Javier. Un lema que está en consonancia con la celebración del próximo Mes Misionero Extraordinario convocado por el Papa Francisco para el próximo mes de octubre.

Las dos grandes javieradas, sencillamente conocidas como la primera y la segunda, tendrán lugar el domingo 10 de marzo y el sábado 16 de marzo. En ambas javieradas y como viene siendo tradicional, los peregrinos se concentrarán en la cercana Sangüesa, para el Viacrucis. Después partirán hacia Javier para recorrer los poco más de 7 kilómetros que separan ambas localidades navarras. La celebración de la Misa ante el Castillo corona la peregrinación. La primera, la del domingo 10 de marzo, estará precedida por la Misa de Acogida del Peregrino, el sábado por la tarde y una Oración joven en la Iglesia de los Capuchinos de Sangüesa.

Junto a las dos grandes javieradas se sucederán durante el mes de marzo diversas javieradas por grupos. Entre ellas destacan la Javierada Monástica y de la Vida Consagrada, el 4 de marzo, y la Javierada sacerdotal, el 7 de marzo, con las javieradas por zonas de Navarra. Para mayo, con el buen tiempo, tendrá lugar el día 4, la Javierada de los Enfermos, y el día 17 de mayo, la Javierada Escolar.

Desde la Delegación Diocesana de Misiones de Pamplona-Tudela animan a peregrinar a la cuna del Patrono de las Misiones. Se necesita buen ánimo para recorrer los más de 50 kilómetros que, en el caso de Pamplona, hay que recorrer para llegar a Javier.

Las Javieradas se remontan a 1885, cuando una epidemia de cólera asoló la región y la Diputación Foral de Navarra invocó a San Francisco Javier para que librara al pueblo navarro de aquella terrible enfermedad. Los navarros de la época ofrecieron la promesa de caminar a Javier, si se cumplían sus ruegos. El Santo respondió a la súplica, y fue así como nació esta popular tradición.

 

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