Intención de oración del Papa para mayo: las vocaciones religiosas y sacerdotales
- On 6 de mayo de 2024
OMPRESS-ROMA (6-05-24) Oremos para que las religiosas, los religiosos y los seminaristas crezcan en su camino vocacional a través de una formación humana, pastoral, espiritual y comunitaria, que les lleve a ser testigos creíbles del Evangelio, es la intención del Papa Francisco propuesta para este mes de mayo.
En el vídeo que acompaña esta intención el Papa dice: “Cada vocación es un ‘diamante en bruto’ que hay que pulir, trabajar, al que hay que darle forma en todas sus caras. Un buen sacerdote, una monja, deben ser primero de todo un hombre, una mujer formados, trabajados por la gracia del Señor. Personas conscientes de sus límites y dispuestas a llevar una vida de oración, de dedicación al testimonio del Evangelio. Su preparación tiene que ser integral, debe desarrollarse ya desde el seminario y el noviciado, en contacto directo con la vida de las demás personas. Esto es fundamental.
La formación no se acaba en un momento determinado, sino que va continuando a lo largo de toda la vida, a lo largo de los años integrando a la persona, intelectual, humana, afectiva, espiritualmente. Y también, su preparación para vivir en comunidad, tan enriquecedora la vida en comunidad, aunque a veces puede ser difícil. Porque no es lo mismo vivir juntos que vivir en comunidad.
Oremos para que los religiosos, las religiosas, los seminaristas, crezcan en su camino vocacional a través de una formación humana, pastoral, espiritual y comunitaria, que les lleve a ser testigos creíbles del Evangelio”.
Las Obras Misionales Pontificias, como instrumento del Papa para apoyar las vocaciones sacerdotales y religiosas en los territorios de misión, se unen a esta intención del Santo Padre, y animan a todos los fieles a que esta oración por el crecimiento formativo de tantas vocaciones como Dios concede a su Iglesia sea constante. Los 725 seminarios de estos territorios de misión, que reciben apoyo en nombre del Papa por parte de las Obras Misionales Pontificias, están llenos de jóvenes que recibieron la llamada de Dios y misteriosamente respondieron con un sí rotundo a su vocación, gracias en parte a la oración de muchos orantes, que nadie conoce salvo el Dueño de la Mies.