Intención de Oración del Papa para el mes de julio
- On 4 de julio de 2023
OMPRESS-ROMA (4-07-23) Oremos para que los católicos pongan en el centro de su vida la celebración de la Eucaristía, que transforma profundamente las relaciones humanas y abre al encuentro con Dios y con los hermanos. Esta es la intención que propone el Papa Francisco para este mes de julio.
En el vídeo que acompaña la intención, el Santo Padre dice: “Si al salir de misa estás igual que como entraste, algo no funciona. La Eucaristía es la presencia de Jesús, es profundamente transformadora. Jesús viene y te tiene que transformar. En ella, es Cristo quien se ofrece, quien se da por nosotros, nos invita a que nuestra vida se alimente de él y alimente la de nuestros hermanos.
La celebración de la Eucaristía es un encuentro con Jesús resucitado y, al mismo tiempo, una forma de abrirnos al mundo como Él nos enseñó. Cada vez que participamos en una Eucaristía, Jesús viene y Jesús nos da la fuerza para amar como Él amó.
Porque nos da el valor de salir al encuentro, salir de nosotros mismos y abrirnos con amor a los demás. Oremos para que los católicos pongan en el centro de su vida la celebración de la Eucaristía, que transforma las relaciones humanas y abre al encuentro con Dios y con los hermanos”.
Este carácter transformador de la Eucaristía lo mencionaba el Papa precisamente en las últimas catequesis de los miércoles, en las que el Papa ha ido desgranando lo que debe ser “la pasión por la evangelización: el celo apostólico del creyente”. Recordaba la misión de los mártires cristianos, como testigos de esta pasión y su unión con la Eucaristía: “los mártires no deben ser vistos como ‘héroes’ que han actuado individualmente, como flores que han brotado en un desierto, sino como frutos maduros y excelentes de la viña del Señor, que es la Iglesia. En particular, los cristianos, participando asiduamente a la celebración de la Eucaristía, eran conducidos por el Espíritu a configurar su vida en la base de ese misterio de amor: es decir, sobre el hecho que el Señor Jesús había dado su vida por ellos y, por tanto, también ellos podían y debían dar la vida por Él y por los hermanos”.