Envío a la misión del sacerdote burgalés Juan Antonio Cabrera
- On 3 de octubre de 2025
OMPRESS-BURGOS (3-10-25) Este miércoles, 1 de octubre, coincidiendo con el inicio del mes de las Misiones, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos, presidía el envío a la misión del sacerdote diocesano Juan Antonio Cabrera Ruiz, en una celebración eucarística que ha tenido lugar en la Parroquia de la Sagrada Familia de la capital burgalesa. Es en esta Parroquia donde el padre Juan Antonio ha ejercido su ministerio pastoral, primero como diácono y, una vez ordenado, como vicario parroquial durante nueve años.
La celebración ha estado marcada por un ambiente de alegría y de esperanza, señalan desde la archidiócesis de Burgos, entremezcladas con la emoción de la despedida y con la ilusión del nuevo camino que emprende el padre Juan Antonio. Ahora ejercerá su ministerio sacerdotal en San Fernando del Valle, la capital de la provincia argentina de Catamarca.
En su homilía, Mons. Iceta ha recordado la figura de santa Teresa del Niño Jesús, Patrona de las Misiones, cuya memoria se celebraba precisamente este miércoles 1 de octubre, el día en que tenía lugar este acto de envío. El arzobispo invitaba a seguir su ejemplo de humildad, sencillez y confianza, actitudes que, señalaba, “llenan el corazón de paz”. Ha añadido que el ministerio sacerdotal se caracteriza por tres entregas: “la del tiempo, los proyectos y los afectos”, porque “todo en la vida del sacerdote ha de ser para el Señor, todo en su plan”. Ha animado al sacerdote misionero a confiar plenamente en la acción de Dios: “El Señor abrirá para ti el camino de la evangelización, como abrió el Mar Rojo para el pueblo de Israel. Él no permitirá que te falte lo necesario para anunciar el Evangelio con alegría y esperanza”. Y haciendo referencia al acto aclaraba que “no te despedimos, te enviamos. Sigues siendo de nuestro presbiterio, apoyado por nuestra oración y nuestro cariño”.
El arzobispo, en el rito de envío, ha entregado al padre Juan Antonio Cabrera, en primer lugar, una vela encendida del cirio pascual, luego ha bendecido una sencilla cruz que le ha impuesto en el cuello.
Al concluir la celebración, el sacerdote misionero ha expresado su gratitud a Dios y a la comunidad diocesana por este nuevo envío y ha explicado que en Catamarca comenzará una misión en un barrio nuevo: “La oración es lo que más nos une, aunque la distancia sea grande. No voy solo, voy sostenido por vuestra cercanía y por vuestra intercesión”.
La delegada de Misiones de Burgos, Maite Domínguez, ha agradecido el testimonio de Juan Antonio y de todos los misioneros de la archidiócesis: “Hoy damos gracias a Dios por la entrega de Juan Antonio y por cada uno de los que, desde Burgos, han sabido escuchar la llamada del Señor y salir al encuentro de otros hermanos”. Ha invitado también a hacer vida el lema del Domund de este año: “Seamos misioneros de esperanza entre los pueblos”.