OMPRESS-AUSTRIA (13-11-24) El jueves 7 de noviembre, las Obras Misionales Pontificias en Austria hacían entrega, en una gala en Viena, de los premios “Emil”, el burro de bronce, en el que se reconoce tanto a misioneras y misioneros en el mundo como el carácter misionero de personas que atesoran los valores de la misión en diversos ámbitos. La noche de gala tuvo lugar en el Centro Ariana, con presencia de obispos y otras personalidades. El director nacional de las Obras Misionales Pontificias en Austria, el padre Karl Wallner, explicó el simbolismo del burro de bronce, “Emil”, que se entrega a los premiados: “El burro es un animal poco apreciado, que trabaja duro y lleva cargas pesadas y es el único animal que a Cristo se le permitió llevar. Muchos misioneros trabajan como burros, no son apreciados y rara vez reciben agradecimiento por su arduo trabajo y servicio de caridad”.’ Con los premios “Emil”, Missio Austria –como se conoce a las Obras Misionales Pontificias en el país centroeuropeo–pone en el punto de mira a estos héroes y heroínas de la caridad. Los premios se articulan en cuatro categorías.

El ‘Emil’ de este año en la categoría “Misionero de Austria” ha sido para la hermana Elisabeth Brunmayr. Nacida en Baja Austria, trabaja desde 2002 con los más pobres entre los pobres en la diócesis ugandesa de Mityana. Junto con sus hermanas de la Orden de las Hermanas de Santa María del Monte Carmelo. Esta religiosa de 74 años fundó una misión y un centro educativo hace 22 años, que son considerados como un faro de esperanza en la región. La población local recibe formación en salud, agricultura sostenible y suministro de agua.

El “Misionero en Austria”, la segunda categoría, ha ido al diácono Georg Mayr-Melnhof, fundador de la Comunidad de Loretto. Después de estudiar Administración de Empresas, Teología y Ciencias Religiosas, este esposo y padre de cuatro hijos trabajó en el negocio familiar durante dos años antes de dejar el sector privado para seguir el camino del Señor: ahora es líder juvenil a tiempo completo y diácono en la Arquidiócesis de Salzburgo desde hace 20 años. El pistoletazo de salida para la Comunidad de Loreto fue una peregrinación en autobús al lugar de peregrinación mariana de Medjugorje en agosto de 1987. Conmovido por las experiencias e impresiones de Medjugorje, Georg Mayr-Melnhof fundó junto con amigos la Comunidad de Loreto en octubre del mismo año. Lo que comenzó hace más de 40 años como un pequeño grupo de oración en Viena se ha convertido en una comunidad con 800 miembros en Austria, Alemania, Suiza, Tirol del Sur y Londres. La comunidad es particularmente atractiva para los jóvenes: a través del discipulado, la alabanza y la adoración, los jóvenes aprenden sobre la vida en el Espíritu Santo en una comunidad. “Ofrecemos cosas que los jóvenes tal vez no encuentren en una parroquia convencional”, explica Georg Mayr-Melnhof. El festival anual de Pentecostés “Fest der Jugend” en Salzburgo, iniciado por Georg, reúne a más de diez mil jóvenes todos los años.

El “Emil” en la categoría “Estrella de la Misión” es para el abad Gerhard Hafner, cuyo monasterio, Admont Abbey, celebra este año su 950 aniversario. Durante muchos años, la Abadía de Admont ha estado estrechamente asociada con las Obras Misionales Pontificias en Austria apoyando la formación de sacerdotes provenientes de países del Sur del mundo. Hace unos años, la diócesis de Popokabaka en la República Democrática del Congo carecía de seminario para sus vocaciones. Siguiendo el espíritu de San Benito, el abad Gerhard y su monasterio apoyaron la construcción del seminario que ya es una realidad.

El “Héroe de la Caridad”, la cuarta categoría, fue para Taratra Rakotomamonjy, Secretaria General de la organización malgache “Vozama”. Junto con su equipo, Taratra Rakotomamonjy está comprometida con la educación de más de 11.700 niños en las tierras altas de Madagascar, en la provincia de Fianarantsoa. En los últimos años, “Vozama” ha logrado construir más de 670 escuelas en zonas remotas y pobres de Madagascar. Las escuelas también brindan a los padres la oportunidad de recibir más capacitación en temas ambientales y de salud y de optimizar el rendimiento de sus cultivos. Se trata de ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas.