Enfermos Misioneros broche de oro al mes misionero en Cádiz
- On 29 de octubre de 2024
OMPRESS-CÁDIZ (29-10-24) Este próximo jueves, 31 de octubre, el último día del Mes Misionero y como conclusión del mismo, la Delegación de Misiones de Cádiz invita a una charla sobre “Enfermos Misioneros”, a cargo del Delegado de Pastoral de la Salud de esta diócesis andaluza, D. Fernando Carmona.
Como el resto de las diócesis españolas, también la Diócesis de Cádiz ha jalonado todo el mes del Domund de diversas actividades además de hacerse eco y sumarse a las organizadas a nivel nacional por las Obras Misionales Pontificias. El 1 de octubre, día de Santa Teresa del Niño Jesús, se abría el mes en la Parroquia de San Isidro Labrador, en la localidad de los Barrios. El 6 de octubre tenía lugar en el Monasterio Corpus Christi y San José de la ciudad de Cádiz una oración misionera vocacional. La tradicional Vigilia de la Luz se celebró el 18 de octubre en diversas parroquias de cara al Domingo Mundial de las Misiones que se celebraba dos días después. El 24 de octubre, en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, en Guadiaro, se rezaba el Rosario Misionero, se celebraba las Misa por la Evangelización de los Pueblos y se tenía una conferencia sobre Santa Teresa del Niño Jesús. Hoy 29 de octubre, tendrán lugar las Vísperas Solemnes en el Monasterio de la Santísima Trinidad de San Fernando, para concluir pasado mañana con “Enfermos Misioneros”.
“Enfermos Misioneros” es un cauce de oración y ofrecimiento a la labor evangelizadora de la Iglesia, que ponen a disposición de los enfermos las Obras Misionales Pontificias. Su sentido lo explicaba muy bien San Juan Pablo II en la Salvifici Doloris, un texto que él mismo recordó para el Domund de 1984: “El Evangelio del sufrimiento se escribe continuamente, y continuamente habla con las palabras de esta extraña paradoja. Los manantiales de la fuerza divina brotan precisamente en medio de la debilidad humana. Los que participan en los sufrimientos de Cristo conservan en sus sufrimientos una especialísima partícula del tesoro infinito de la redención del mundo, y pueden compartir este tesoro con los demás: El hombre, cuanto más se siente amenazado por el pecado, cuanto más pesadas son las estructuras del pecado que lleva en sí el mundo de hoy, tanto más grande es la elocuencia que posee en sí el sufrimiento humano. Y tanto más la Iglesia siente la necesidad de recurrir al valor de los sufrimientos humanos para la salvación del mundo”.