El “último viaje” del Papa Francisco fue a Argentina

  • On 8 de mayo de 2025

OMPRESS-ARGENTINA (8-05-25) Con el título “Francisco, padre y pastor de todos”, los obispos de Argentina, reunidos en Asamblea Plenaria, hacían público un mensaje, fruto del intercambio fraterno entre los prelados que han reflexionado sobre el legado del Papa fallecido y su impacto en la vida de la Iglesia argentina.

“El Papa Francisco nos enseñó que como pastores hay que estar en medio del pueblo, quererlo y acompañarlo, y muchas veces seguir su sentido de la fe, su modo de amar”, comienza el mensaje. “En estos días nos sentimos conmovidos y hasta empujados por el gran cariño y la inmensa gratitud de millones de mujeres y hombres de a pie por la vida de Francisco. Él nos enseñó que el nombre de Dios es Misericordia; la experimentó en su propia vida, por eso siempre decía ser un pecador perdonado por Jesús. Y nos recordaba a cada uno: Dios te abraza como sos, Él es un Padre bueno que sale a nuestro encuentro. Al mismo tiempo animó a toda la Iglesia y a la humanidad entera a recrearnos en los vínculos desde la misericordia, soñando con la fraternidad universal”. Son conscientes, y así lo afirman, que “es imposible expresar en pocas líneas todo lo que aprendimos de él; estaremos siempre agradecidos por su testimonio de padre y pastor”. Los obispos de Argentina reconocen que la herencia del Papa les anima a que la Iglesia argentina sea “un hospital de campaña que recibe a los heridos de la vida”, una Iglesia abierta a todos y que ayude “a forjar entre los argentinos la cultura del encuentro tendiendo puentes porque somos hermanos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz”.

También se preguntan en el mensaje “por qué no vino a la Argentina. Quizás la respuesta la podemos encontrar en estos días en que todos lo sentimos tan cerca, tan entre nosotros: su último viaje sentimos que fue a nuestro país, está aquí, y este debe ser un fuerte impulso misionero a anunciar la alegría del Evangelio y, unidos, esperar y acompañar al nuevo pastor universal que nos regale el Espíritu Santo en el próximo cónclave. Pedimos a Dios lo reciba a Francisco en el Cielo, y encomendamos a María de Luján este tiempo de la Iglesia”.

Comparte esta noticia en: