El Rosario Misionero de Antorchas siembra de Avemarías las calles de Alcalá
- On 9 de octubre de 2024
OMPRESS-ALCALÁ (9-10-24) El pasado domingo, 6 de octubre de 2024, ya oscurecido el día, comenzaba en Alcalá el Rosario Misionero de Antorchas, una práctica de piedad impulsada en el mes de octubre que ya es una tradición y que cada año reúne a un mayor número de fieles. Con salida en la Plaza de las Bernardas de Alcalá, desde un elegante altar preparado por las voluntarias de la Delegación, la imagen de la Virgen de Fátima, a hombros de sus hijos, recorrió las calles del centro de nuestra ciudad, visibilizando la ya cercana Jornada del Domund y realizando el primero de sus objetivos: rezar por las misiones y por los misioneros.
Cada año, la Delegación de Misiones alcalaína trabaja por dar a este acto una identidad más fuertemente misionera. El año pasado se dio un gran paso con la confección de los estandartes de la Reina de las Misiones; de los santos patronos de las misiones (Santa Teresita y San Francisco Javier); y los beatos Paulina Jaricot y Paolo Manna, fundadores del Domund y de la PUM respectivamente. Este año se ha dado un paso más. Finalmente se ha conseguido una cruz misionera que abra la procesión, de madera simple y ruda, muy parecida a aquellas que portaban los misioneros españoles en la evangelización de América, y a las que se veían en España en las misiones populares.
Con la presencia de Mons. Antonio Prieto Lucena, obispo de Alcalá, este Rosario reunió para rezar y cantar juntos a las distintas comunidades étnicas de la diócesis: comunidad africana, ucraniana e iberoamericana, junto a realidades misioneras tan diversas como la Fraternidad Verbum Dei, la Obra Misionera Ekumene y Ocasha-Laicado misionero, entre otros. Se contó además con la ayuda en la organización y orden del cortejo de la Hermandad del Santísimo Cristo Atado a la Columna, a la que desde la delegación de misiones agradecen su generosa colaboración.
Al lado del actual obispo complutense, estuvieron Mons. Juan Antonio Reig Pla, el obispo emérito, varios sacerdotes de la diócesis y cerca de cuatrocientas personas. Además, como en años anteriores, se contó con la colaboración de la Escuela Diocesana de Evangelización. Mientras se caminaba sembrando de Ave Marías las calles de nuestra ciudad, los evangelizadores de la Escuela anunciaban a todos aquellos con los que se encontraban el amor que nos tienen el Señor y su Santísima Madre. Se ayudaba así a cumplir el sueño de Mons. Prieto, de tener “una diócesis en estado de misión”.
El Rosario terminó regresando a la plaza de las Bernardas donde Mons. Prieto dirigió a los presentes unas breves palabras invitándonos a rezar juntos la oración del Domund de este año, que tiene por lema: “Id e invitad a todos al banquete”.