El Papa pide a los religiosos españoles que estén cerca de las situaciones humanas de sufrimiento y desesperanza

  • On 14 de noviembre de 2018

OMPRESS-ROMA (14-11-18) El Papa Francisco ha enviado un mensaje a las religiosas y religiosos españoles, reunidos en asamblea en estos días, en las que les pide que estén “cerca de situaciones humanas de sufrimiento y desesperanza que esperan la luz del Evangelio”.

Este año se celebran el 25 aniversario de la CONFER, la Confederación de Religiosos que, como les dice el Papa, ha tenido “una historia fecunda, cargada de ejemplos de dedicación y de santidad oculta y silenciosa”. Por eso, añade, “no se deben escatimar esfuerzos para servir y animar la vida consagrada española, para que no le falte la memoria agradecida ni la mirada hacia el futuro, pues no cabe duda de que el estado de la vida religiosa, sin ocultar incertidumbres y preocupaciones, está lleno de oportunidades y también de entusiasmo, pasión y conciencia de que la vida consagrada hoy tiene sentido”.

A las religiosas y religiosos, que son más del 80% de los misioneros españoles en el mundo, el Papa Francisco les dice que “la Iglesia nos necesita profetas, es decir, hombres y mujeres de esperanza”. Una esperanza que “nos lleva a pedir al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies, y a trabajar en la evangelización de los jóvenes para que se abran a la llamada del Señor. Es este un gran desafío: estar al lado de los jóvenes para contagiarlos con la alegría del Evangelio y la pertenencia a Cristo. Se necesitan religiosos audaces, que abran nuevos caminos y un planteamiento de la cuestión vocacional como opción fundamental cristiana”.

“La vida consagrada camina en santidad”, les dice. “Como religiosos debemos obsesionarnos, desgastarnos y cansarnos viviendo las obras de misericordia, que son el programa de nuestra vida. No se trata de ser héroes ni de presentarnos a los demás como modelos, sino de estar con los que sufren, acompañar, buscar con otros caminos alternativos, conscientes de nuestra pobreza, pero también con la confianza puesta en el Señor y en su amor sin límites”.

“Os animo a dar respuesta, tanto a situaciones estructurales que requieren nuevas formas de organización, como a la necesidad de salir y buscar nuevas presencias para ser fieles al Evangelio y cauces del amor de Dios”.

 

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