El misionero que une Alcobendas y Burgos

  • On 27 de enero de 2025

OMPRESS-BURGOS (27-01-25) Casi 300 peregrinos partían este pasado sábado 25 de enero desde la Parroquia de San Lesmes de Alcobendas, Madrid, con destino al sepulcro de este santo, en Burgos, para unirse a la celebración de su fiesta que se celebra el 30 de enero. En Burgos se están celebrando diversos actos y festejos desde el 22 de enero que se prolongarán hasta el 12 de febrero. En torno a la Iglesia de San Lesmes Abad de Burgos los peregrinos tuvieron una celebración eucarística, en la que tuvieron presentes a todos los miembros de su comunidad parroquial. Solo hay dos parroquias en el mundo dedicadas a este santo, la de Burgos y la de Alcobendas.

A su vuelta, el domingo, la parroquia de Alcobendas tuvo una misa solemne presidida por el padre Antonio Secilla, rector del Seminario Conciliar de Madrid, seguida de una procesión con la imagen de “San Lesmes Peregrino” por las calles de la localidad madrileña, en la que, a ejemplo de la tradición que se hace en Burgos, se han repartido los panecillos del santo. Este jueves 30 de enero, festividad de San Lesmes, tendrá lugar una eucaristía solemne en honor al santo presidida por el arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta.

San Lesmes –Adelelmo– nació alrededor de año 1030 en una familia acomodada francesa de Loudun, a medio camino entre Poitiers y Angers. Formó parte de la hueste de la villa al servicio de su señor, pero al morir sus padres, y ya con 36 años lo dejó todo para servir al Señor. Hizo una peregrinación a Roma y al pasar por el monasterio benedictino de Chaise-Dieu, su abad le animó a unirse a la comunidad, cosa que haría tras la vuelta de la Ciudad Eterna. En el monasterio destacó por su estudio y por su santidad y, tras ser ordenado sacerdote, acabaría siendo maestro de novicios y, finalmente, abad. La Reina Constanza de Borgoña, esposa del rey Alfonso VI de León y Castilla lo llamó para trajera la reforma de Cluny a la península. Llegó a Castilla y se estableció la iglesia de san Juan Evangelista situada junto a las puertas de la ciudad de Burgos y levantó también un centro de asistencia a los peregrinos del Camino de Santiago. Para ello tenía por concesión real un terreno entre el río Arlanzón y el río Vena, para asegurar la subsistencia de aquellos que sirvieran en dicha iglesia y hospital con hortalizas, cereal y vino, aparte del pescado que podían obtener en los ríos que delimitaban el terreno. Puso además la primera piedra del Monasterio de San Juan Bautista.

San Lesmes atendió el culto en la iglesia de San Juan Evangelista celebrando misa diariamente y se hospedó como hospitalero en el centro asistencial, siendo prioritaria la atención a enfermos y peregrinos en su plan diario. Para atenderlos tomaba todas las cestas de panes que le era posible y se sentaba junto a la puerta del monasterio, ante la que acudían numerosos pobres y peregrinos, y las distribuía entre ellos. Este pan no solo servía para mitigar el hambre del que lo recibía sino también, en algunos casos, se convertía en medicina contra la enfermedad para quienes lo tomaban con intención de curarse. Fueron muchos los milagros que obró san Lesmes en Burgos. Quizá el más conocido sea el milagro de los panes multiplicados que se celebra el 30 de enero y que tuvo lugar a la puerta del monasterio cuando San Lesmes estuvo repartiendo los panes que sacaba de un canasto y que milagrosamente no se terminaron hasta que el último pobre recibió su ración. Murió el 28 de enero de 1097.

El ejemplo de San Lesmes, que lo dejó todo para ser misionero en Burgos, ha sido fermento de misioneros. En la misma zona de Burgos que delimitan los ríos Arlanzón y Vena, se fundaría siglos después el Instituto Español de Misiones Extranjeras. Burgos llegó a tener casi 2.000 misioneros, convirtiéndose quizás en la diócesis con más misioneros de la historia en un momento dado.

El programa “Pequeñas historias misioneras”, que producen las Obras Misionales Pontificias en Radio María, le dedicó un programa el pasado agosto.

Comparte esta noticia en: