El misionero Carlos Moratilla desde Beira, Mozambique

  • On 22 de marzo de 2019

OMPRESS-MOZAMBIQUE (22-03-19) El misionero madrileño Carlos Moratilla tiene su misión en la diócesis de Beira, que se ha sufrido la devastación mayor al paso del huracán Idai, que ha afectado a Mozambique, Malawi y Zimbabue. Por fin tiene “cobertura telefónica en casa, aunque está oscilando bastante la señal”.

Cuenta que no han sufrido daños personales: “Los deterioros se centran principalmente en tejados que han volado, con la consecuente entrada de agua en todas las casas, aunque en todas más de la mitad ha resistido. Estos días nos hemos ido arreglando pidiendo prestado dinero y comprando alguna cosa y sacando las reservas de alimentos que teníamos. Agua para beber y cocinar hemos ido tirando de un depósito que ya se ha agotado y aprovechar la de la lluvia, que también hoy ha dejado de caer. Hemos comprado un calentador para hervir la que tenemos en aljibes de agua de lluvia. Lo que no se encuentran son filtros, necesarios debido a todos los posos que trae. La embajada y consulado ofrecieron información y consejos antes del ciclón y, cuando tienen conocimiento, comunicando a España la situación de los españoles. Aquí, ninguna institución, ni de España ni de Mozambique, ha ofrecido ayuda ni indicado cauces para poder pedirla. Sí de algunos particulares, tanto españoles como de otras nacionalidades (residentes, unos y otros, en Mozambique o fuera)”.

Carlos ha enviado también los boletines diarios de la comisión creada por la diócesis de Beira para esta crisis. En el último, el de ayer mismo, habla de que hoy – para ayer – fue el primer día en que no llovió. También cuenta como el 90% de las viviendas han sido dañadas – la ciudad tiene casi medio millón de habitantes – y ha habido que derribar muchas casas. La única vía de acceso terrestre a Beira todavía está cortada. Aún no se ha restablecido la energía eléctrica ni el suministro de agua.

Gracias a la coordinación de esta comisión de emergencia de la Iglesia se espera que hoy haya tres puntos de abastecimiento de agua. Se han puesto en contacto con proveedores de productos de primera necesidad para afrontar las situaciones más graves. Siguen recopilando información que es vital para evaluar las necesidades de todos. Además ayuda mucho la radio diocesana, Radio Pax. A esta situación tan difícil, se añade la tragedia de las inundaciones y las miles de personas que deben ser rescatadas, sobre todo de la vecina Vila do Búzi.

 

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