El instrumento del Papa para cuidar las vocaciones en las misiones
- On 10 de abril de 2024
OMPRESS-ROMA (10-04-24) Para cuidar de las vocaciones que surgen en las misiones, el Papa tiene una herramienta: la Obra de San Pedro Apóstol, una de las cuatro Obras Misionales Pontificias. El próximo 21 de abril, el Domingo del Buen Pastor, se celebra la Jornada de Vocaciones Nativas junto a la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Es la cita anual con esta Obra a la que está encomendado el cuidado de los seminarios en los Territorios de Misión. Su labor es fruto de la colaboración de todos los católicos del mundo.
Como decía el Papa Francisco “la oración y la ayuda material, que generosamente son dadas y distribuidas por las Obras Misionales Pontificias, sirven a la Santa Sede para procurar que quienes las reciben para su propia necesidad puedan, a su vez, ser capaces de dar testimonio en su entorno”. Esto es lo que hace, con las aportaciones de todos los países el Fondo Universal de Solidaridad, que en 2023 reunió 16.247.679,16 euros. Este dinero se distribuye equitativamente entre todos, para poder ofrecer una formación de calidad a los futuros sacerdotes y religiosos en las misiones. Los obispos de las diócesis misioneras saben que cuentan con este apoyo por parte de la Santa Sede todos los años para seguir adelante. En 2023 esta Obra apoyó a 83.673 seminaristas y 2.132 formadores de 725 seminarios diocesanos.
La labor de apoyo de la Obra de San Pedro Apóstol se plasma de diversas formas, aunque la partida más importante, el 78% del total, es el subsidio anual para los gastos ordinarios de los seminarios y la manutención y matriculación de los seminaristas y novicios. Es, sin duda, la partida más importante. Pero también está el apoyo a la construcción y mantenimiento de los seminarios, con vistas a su progresiva autofinanciación (granjas, placas solares, etc…), y el impulso, con la coordinación entre centros y universidades de todo el mundo, a una buena formación de las vocaciones, para que el lugar de nacimiento de una vocación no determine la calidad de su formación.
Por otro lado, a través de becas en universidades internacionales ofrece estudios superiores de Teología a seminaristas y sacerdotes, que serán los futuros líderes de sus iglesias locales, siendo formadores, profesores, rectores y, en muchos casos, obispos.
Aunque nunca es suficiente, España destaca por su generosidad con estas vocaciones en los Territorios de Misión. Los fieles católicos de nuestro país, a través de las Obras Misionales Pontificias de España, sumaron 1.762.519 euros a este fondo universal, lo que se tradujo en el apoyo a 10.039 seminaristas y 288 formadores en 65 diócesis de 17 países.