El grito de Pueblo de Haití: Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
- On 5 de octubre de 2023
OMPRESS-HAITÍ (5-10-23) Ante la situación tan terrible que se vive día a día en el país caribeño, los obispos han hecho público un “mensaje de esperanza”. En manos de bandas armadas y con la violencia que se vive en todos los rincones del país, piden medidas urgentes a las autoridades y a la comunidad internacional y, a los católicos, cercanía, solidaridad y oración.
Los obispos quieren hacer que resuene “el grito de todo un pueblo ante el abandono”, porque viven “con amargura y dolor el sufrimiento de nuestro pueblo causado por la violencia ciega de bandidos fuertemente armados, el cinismo y la indiferencia de los dirigentes políticos y las vacilaciones de la comunidad internacional”. Un pueblo, dicen los obispos haitianos que solo pide “vivir en dignidad y paz, y que en el fondo de sus angustias, de sus extravíos y de sus tormentos, retoma el grito de Cristo en la cruz: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”.
Los obispos denuncian que “el crimen organizado se ha extendido a todos nuestros departamentos, a todas nuestras diócesis y a casi todas las ciudades importantes del país. La región metropolitana de Puerto Príncipe está controlada casi en su totalidad por bandidos armados, organizados en bandas”. Esto lleva a que la población sea rehén de la violencia despiadada de las pandillas y sus aliados, ante la inacción y el silencio cómplice del gobierno. “Se libra una guerra de baja intensidad contra la población pacífica y desarmada”, señalan y se vive un “terror cotidiano” del que nadie escapa. Además los ataques contra iglesias y lugares de culto de diferentes religiones hacen que estos acaben cerrando sus puertas.
Reconocen que parece que los caminos ordinarios y normales se han agotado y que durante los últimos años ninguna fuerza moral ha podido detener a las bandas armadas. Pero lo cristianos “podemos contribuir con nuestra solidaridad, nuestra cercanía, nuestra oración, nuestras exhortaciones como ciudadanos y como pueblo. Invitamos a los sacerdotes de todas las parroquias de las diez diócesis del país, a los religiosos y a los fieles laicos a organizar una verdadera cadena de oraciones, en particular una novena de oración con motivo de la fiesta de San Miguel Arcángel, por la liberación de nuestro querido país de la influencia y violencia de las pandillas”. Alientan además los obispos del país caribeño “todas las iniciativas adoptadas para detener el flujo de sangre y proteger a la población vulnerable abandonada a su suerte. Reafirmamos alto y claro al mundo que hay que detener este genocidio. Pedimos a quienes actualmente están en el poder que tomen medidas concretas y enérgicas para una verdadera reconciliación histórica aquí y hoy en Haití. Exigimos además que los poderes públicos y otros sectores de la nación cesen al mismo tiempo en su complicidad y apoyo a las bandas armadas, que la policía se convierta en aliada de la población”.
Y concluyen: “Que la oración de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de Haití, fortalezca nuestra determinación de liderar la lucha por la justicia y la paz en casa”.