El Evangelio, ¿hay algo mejor de lo que se pueda ser testigo?
- On 7 de mayo de 2024
OMPRESS-MADRID (7-05-24) El cardenal José Cobo ha escrito las dos tradicionales cartas que el arzobispo de la diócesis suele enviar con motivo de la celebración de la Jornada del Misionero Diocesano de este próximo domingo Solemnidad de la Ascensión. Una a los familiares de los misioneros y, la segunda, a los mismos misioneros. A los familiares de los misioneros les ha agradecido su “generosidad, el sí de vuestros familiares conlleva vuestra renuncia a estar cerca de ellos, seguro que muchos desvelos”, y les ha asegurado que “contáis con mi oración y con la de toda la diócesis”.
El lema de esta jornada “Testigos valientes del Evangelio” ha sido el hilo conductor de la carta dirigida a los misioneros madrileños:
“Es la primera vez que os escribo con motivo de vuestra jornada. Me da mucha alegría poder hacerlo para transmitiros mi oración y la del pueblo que camina en esta diócesis. Sabéis que contáis además con la ayuda y la dedicación del delegado de Misiones al que le podéis hacer llegar vuestras dudas y consultas.
Doy gracias a Dios por el regalo de vuestra vocación y a vosotros por vuestro sí generoso. Por llevar el evangelio a los cinco continentes, en 86 países, siendo 564 misioneros enviados por nuestra diócesis, toda una alegría y un ejemplo de entrega que, sin duda, muestra el camino de una Iglesia misionera.
El lema de este año es muy acertado. Sois testigos porque lleváis vuestra vida, vuestro encuentro con Dios, a esa porción de su pueblo a la que la Iglesia os ha enviado, siendo para ellos testigos de esperanza, de misericordia, del amor de Dios.
Sois valientes, porque sabéis que esta valentía nace de vuestra vocación de ser enviados y el Espíritu Santo os da la fortaleza, la sabiduría, etc., se hace presente en medio de vuestra vida y es el que invade el corazón de aquellos con los que os encontráis. Del evangelio, ¿hay algo mejor de lo que se pueda ser testigo? El evangelio hecho vida en vosotros, la Palabra hecha carne para todo el mundo y que vosotros hacéis vida en tantos lugares.
Le pido al Señor que os conceda la gracia y la fortaleza para seguir siendo esa primera línea de la evangelización y que siga concediendo a nuestra diócesis las vocaciones misioneras ad gentes que necesite la Iglesia Universal. Una Iglesia abierta a la misión es una Iglesia viva que sin duda crece en cercanía a Dios y saliendo de sí misma, en cercanía a todos. Que la Virgen de la Almudena os acompañe y os guie. Recibid mi cercanía, gratitud y afecto junto con mi bendición”.