El Evangelio de cada día para japoneses
- On 20 de noviembre de 2023
OMPRESS-JAPÓN (20-11-23) Higotonofukuin es la expresión japonesa para “el Evangelio de cada día”. Jacques Deguest y un misionero de las Misiones Extranjeras de París, François-Xavier Haure, han unido informática y liturgia para crear una aplicación con el misal diario en japonés que ha tenido un gran éxito. 日ごとの福音 Higotonofukuin lleva ya ocho años funcionando y se vislumbran ampliaciones a otros países asiáticos.
Como explica el padre François-Xavier: “Nos dijimos que teníamos un lugar donde incluir la Biblia, para que la palabra de Dios fuera tan íntima como el uso que hacemos de nuestro Keitai, nuestro teléfono celular. No se trataba de tomar la Biblia y convertirla en una app, que ya existía, era necesario aportar un valor añadido que pudiera guiar al lector, día tras día, en la lectura de la Biblia”. Es evidente, dicen que “no han inventado la pólvora”, se trata de presentar los textos de la liturgia de la misa. Solo quiere ser una “lectura orante, en el metro, durante una pausa en el trabajo, en el sofá o en misa”.
Jacques, un francés que vive en Japón desde hace veintidós años, y el misionero decidieron unir sus competencias en informática y liturgia para desarrollar este proyecto. Se construyó la web que respalda el proyecto y el generador de correos electrónicos que envían el texto bíblico correspondiente a los suscriptores todos los días, que hoy suman 3.600. Con los usuarios de X (anteriormente Twitter), Facebook y el sitio mismo, ahora llegamos a varios miles de personas diariamente. En un país donde los cristianos son una minoría exigua, el número es bastante grande.
Desde las Misiones Extranjeras de París, siempre muy vinculadas a la misión en Japón y Asia, hablan de dos nuevos proyectos en ciernes: la internacionalización de Higotonofukuin, adaptándolo al indonesio, tagalo o chino. El segundo es añadir la lectio divina, para aquellos que quieran seguir a través de los salmos, un texto bíblico y un comentario de un padre de la Iglesia, la oración que nunca cesa, que, por supuesto, no está limitada a los sacerdotes. Esto último está a punto de salir puesto que ya se han recopilado tres cuartas partes de los textos. Siempre con la idea inicial, la lectura orante de la Palabra de Dios.