El anuncio de Jesús que hacen los misioneros necesita de nuestra implicación
- On 9 de octubre de 2024
OMPRESS-HUELVA (9-10-24) “Ir hacia todos con cercanía, compasión y ternura” es el título de la carta que el obispo de Huelva, Mons. Santiago Gómez Sierra, escribe a sus fieles con motivo del Domingo Mundial de las Misiones, el Domund, que se celebrará el próximo domingo 20 de octubre.
“Con octubre llega el mes misionero por excelencia, el mes en que la comunidad eclesial quiere tomar conciencia de su ser misionero, que dedica a la oración por las misiones y que también lo reserva para ese signo de comunión con la Iglesia misionera que es el Domund. Una Iglesia, que, como dice el Santo Padre Francisco deberá relanzarse «hacia su compromiso prioritario (…) el anuncio del Evangelio en el mundo contemporáneo» (Mensaje Domund 2024).
Estas letras os quieren hacer llegar la necesidad que tenemos de tomar conciencia de la misión, que es algo que compete no solo a los misioneros que están en primera línea, sino que es una función de toda la Iglesia, que ha de acompañarlos con la oración, sintiendo con la Iglesia la necesidad apremiante de invitar a todos al banquete que el Señor nos prepara. Ese banquete que es la Eucaristía, es la que conforma a la Iglesia, y a ese banquete somos llamados todos, también los que no conocen aún a Cristo. La misión es, como recuerda el Papa, «un incansable ir hacia toda la humanidad para invitarla al encuentro y a la comunión con Dios» (Mensaje Domund 2024). Un ir hacia todos, «siempre con cercanía, compasión y ternura, aspectos que reflejan el modo de ser y de actuar de Dios».
Nuestra misma participación en la Eucaristía tiene un componente misionero inexcusable, porque somos impelidos a anunciar la muerte del Señor y proclamar su resurrección. Sintamos con la Iglesia, y pidamos que ese anuncio se siga realizando hasta los últimos confines de la tierra, porque nadie queda excluido de ese anuncio gozoso. Un anuncio, el del Evangelio, que es compartir una alegría recibida antes por nosotros. Una alegría que algunos hermanos y hermanas nuestros, los misioneros, quieren compartir con aquellos que no han oído hablar de Jesús y su Evangelio.
Os pido, por tanto, que siempre, pero en este mes de forma especial, tengamos en el corazón este espíritu de petición al Señor de la mies, para que envíe operarios a la misión entre los que no han escuchado el Evangelio, para que los inviten al banquete de la Eucaristía, en torno al cual gravita la vida de la Iglesia, la vida de los bautizados.
Os pido también que oremos por las misiones y por los misioneros, para que, a pesar de las dificultades, puedan anunciar a Jesucristo, con palabras y obras, que sean signo permanente del amor de Dios manifestado en Jesús. Que su anuncio del Evangelio sea acogido y fructifique.
Por último, os pido que colaboréis económicamente, cada uno según sus posibilidades, con el Domund. El anuncio de Jesús que hacen los misioneros necesita de nuestra implicación, que nuestros bienes sean compartidos con aquellos hermanos que están escuchando el Evangelio y siendo instruidos en él. Que el anuncio de Jesús no deje de llegar a ningún sitio por falta de medios económicos. Que el Señor nos conceda la generosidad para pa1ticipar de esta manera con la misión.
Que María, la Reina de las Misiones, Estrella de la Evangelización, nos ayude a tener espíritu misionero.”