Dos mil sacerdotes y cuatro mil laicos

Dos mil sacerdotes y cuatro mil laicos

  • On 27 de octubre de 2023

OMPRESS-INDONESIA (27-10-23) Este es el número de todos los que han pasado por el Ledalero Institute of Philosophy and Creative Technology de la Isla de Flores en Indonesia, creado hace 50 años por los Misioneros del Verbo Divino. Seis mil alumnos, de los que 21 han llegado a ser obispo, 1962 sacerdotes, una cuarta parte de los misioneros por todo el mundo.

Flores es una de las pequeñas islas de la Sonda en el sureste de Indonesia, de la que también forma parte Timor. La isla tiene más de un millón de habitantes. Cuando los primeros misioneros del Verbo Divino llegaron a sus costas en 1914, buscaron un lugar donde formar a la próxima generación de misioneros, ya indonesios, que les sustituirían haciéndose cargo de su propia Iglesia. En medio de la jungla, construyeron un seminario en la década de 1930, que hoy en día se ha convertido en un impresionante centro de formación, que acoge a sacerdotes y laicos católicos llegados de toda Indonesia.

El padre Yohanes Patrisius Suryadi, originario de Flores, ha sido alumno de este prestigioso centro y cuenta cómo se vive la fe en su isla natal. Su padre era responsable de la comunidad cristiana de su pueblo natal, por lo Yohanes veía a menudo al sacerdote en su casa. Fue así natural que en 2002 entrara en el seminario menor Pío XII.

Cuenta que, “como todos los sacerdotes de Flores nacidos en un ambiente muy católico, tenemos poca experiencia en el encuentro con musulmanes”. En Flores la mayoría de la población es católica, pero Indonesia no deja de ser el país con más musulmanes del mundo. Así que, “cuando comencé mi formación fue cuando conocí a la comunidad musulmana. Nuestros formadores establecieron un programa de visitas a hogares musulmanes durante las vacaciones”. El diálogo con el Islam forma parte del currículo de cualquier sacerdote indonesio. “El 18 de junio de 2017 fui ordenado diácono y unos meses después, el 4 de octubre, fui ordenado sacerdote”. Su primera misión fue convertirse en formador del seminario Pío XII, su alma mater. A principios de 2022 fue enviado por su obispo a Francia a estudiar patrística en el Seminario de Misiones Extranjeras de París. Como reconoce esta experiencia le está permitiendo comprender mejor el espíritu misionero que animó de quienes salieron de Europa para llevar el Evangelio a lugares lejanos, tan lejanos como la Isla de Flores.

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