Desechad las armas que mataron a vuestros hermanos y hermanas
- On 6 de noviembre de 2023
OMPRESS-SUDÁN DEL SUR (6-11-23) El pasado lunes 30 de octubre de 2023, miles de cristianos, entre los que había funcionarios del gobierno de Sudán del Sur, se reunieron en el aeropuerto internacional de Juba para dar la bienvenida a su eminencia el cardenal Ameyu, que volvía de Roma tras recibir la dignidad cardenalicia del Papa Francisco. El Papa Francisco nombró al arzobispo Stephen Ameyu Martin Mulla cardenal, el primero de la historia de Sudán del Sur.
El nuevo purpurado dirigió unas palabras a todos los reunidos en el aeropuerto, sobre todo a los jóvenes, para que desecharan las armas que mataron a sus hermanos y hermanas y marquen la diferencia para desarrollar el país. “Hago un llamamiento a los jóvenes, ustedes son la mayoría y pueden marcar la diferencia, podemos traer la paz a este país, arrojar las armas que mataron a sus propios hermanos y hermanas y vivir el amor de Dios que nos une a todos”.
Han sido muchos los intentos de la Iglesia para lograr la paz en Sudán del Sur, el país más joven del mundo. Desde las reuniones que el Papa Francisco promovió en Roma con los representantes de las diversas facciones en conflicto hasta el mismo viaje que le llevó al país a inicios de este año.
El cardenal Ameyu les recordó a los presentes en su recibimiento que “somos una nación que es considerada una zona de guerra porque hemos estado luchando durante todos 50 años, sin dar un paso atrás y decir: perdonémonos unos a otros. Hoy es una oportunidad para que todos y cada uno de nosotros miremos nuestro propio corazón y digamos, querido hermano, te he perdonado desde el fondo de mi corazón”. Porque, añadió, “es solo el perdón lo que nos hace madurar, es solo el perdón lo que fortalece a nuestra Iglesia. No podemos construir unidad sin amor, amémonos unos a otros y amemos a cada uno desde su propia tribu puesto que Dios puso a las 64 tribus en esta nación, así debemos sentirlo juntos”.
Destacó que tener un Cardenal por primera vez en Sudán del Sur es una gracia de Dios, como también fue una gracia de Dios, la visita del Papa Francisco en febrero que sembró la esperanza de lo que “a todos nos gustaría vivir”. Y señaló que la distinción cardenalicia no es para él sino para todos los sudaneses.