Dar a conocer la alegría del encuentro con Cristo
- On 27 de septiembre de 2024
OMPRESS-LUXEMBURGO (27-09-24) En el que es su viaje apostólico número 46, y con un destino más cercano, el “corazón de Europa”, el Papa Francisco tenía ayer un encuentro en la Catedral de Luxemburgo con la comunidad católica del país, a la que ha hablado de servicio, misión y alegría.
Tras escuchar tres hermosos testimonios que reflejaban rasgos de estas tres palabras, ha señalado que “el espíritu del Evangelio es espíritu de acogida, de apertura a todos, y no admite ningún tipo de exclusión”, una herencia de la Iglesia en Luxemburgo. Por ello, recalcando esta idea de servicio les ha animado “a seguir haciendo de vuestro país una casa acogedora para todo el que llame a vuestra puerta pidiendo ayuda y hospitalidad”. Se trata de unir la palabra del anuncio del Evangelio a signos de amor.
En cuanto a la misión, hay que pasar “cada vez más de una simple propuesta de atención pastoral a una propuesta de anuncio misionero”, para lo que necesita valor. Se trata de anunciar la belleza del Evangelio, teniendo siempre presente que “lo que nos impulsa hacia la misión no es la necesidad de ‘contar con números’, de hacer ‘proselitismo’, sino el deseo de dar a conocer a la mayor cantidad posible de hermanas y hermanos la alegría del encuentro con Cristo. Aquí quisiera recordar una hermosa expresión de Benedicto XVI: ‘La Iglesia no crece por proselitismo sino por atracción’.”
Sobre la alegría, el Papa Francisco ha recordado que “nuestra fe es así. Es alegre, ‘danzante’, porque nos manifiesta que somos hijos de un Dios amigo del hombre, que nos quiere contentos y unidos, que nada lo hace más feliz que nuestra salvación”. Y ha recordado la tradición luxemburguesa de la procesión de primavera, en Pentecostés en Echternach, que recuerda “la infatigable obra misionera de san Willibrord, evangelizador de estas tierras. Toda la ciudad sale a bailar por las calles y las plazas, junto con muchos peregrinos y visitantes que llegan, y la procesión se convierte en una grandísima y única danza. Recordemos que el rey David bailaba delante del Señor y esta es una expresión de fidelidad. Grandes y pequeños, todos van bailando juntos hacia la catedral —supe que este año, incluso bajo la lluvia—, dando testimonio con entusiasmo, en recuerdo del santo Pastor, de cuán bello es caminar juntos y encontrarnos como hermanos en torno a la mesa de nuestro Señor”.
Hoy el Papa continuará su viaje en Bélgica, donde visitará hoy la Universidad de Lovaina, donde se reunirá primero con los profesores y mañana sábado, por la tarde, con los estudiantes, tras el encuentro por la mañana con obispos, sacerdotes, diáconos, personas consagradas, seminaristas y operadores pastorales en la basílica del Sagrado Corazón de Koekelberg. Volverá a Roma el domingo a mediodía.