Cierre del cincuentenario de la diócesis burundesa de Muyinga

Cierre del cincuentenario de la diócesis burundesa de Muyinga

  • On 14 de septiembre de 2020

OMPRESS-BURUNDI (14-09-20) Con casi un millón de católicos se trata de una de las diócesis más pujantes del mundo. Hace cincuenta años contaba con menos de 258.000 fieles, hoy está entre las más populosas de África. El pasado sábado 5 de septiembre, la diócesis de Muyinga celebró solemnemente la clausura de su Jubileo de Oro. Durante dos años han vivido un jubileo para volver a las raíces evangélicas, al primer amor, que se vivió desde su fundación el 5 de septiembre de 1968, y que quieren mantener vivo.

La ceremonia tuvo lugar en el moderno Estadio Umuco en Muyinga, con la celebración de ordenaciones sacerdotales y diaconales, y la colación de ministerios de acólitos y lectores. El estadio, a pesar de su tamaño, se llenó con innumerables fieles y estuvieron presentes todos los obispos de Burundi, y numerosos sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos y fieles de otras denominaciones cristianas y del Islam.

En su discurso de bienvenida, Mons. Joachim Ntahondereye, obispo de la diócesis, recordó las actividades que han caracterizado estos dos años de celebración de este Jubileo: una renovación espiritual y un dinamismo de comunión apostólica. Dio gracias a Dios por el don de diez sacerdotes, cinco diáconos, diez acólitos y diez lectores que enriquecen a la Iglesia de Muyinga.

Durante estos medio siglo, la diócesis de Muyinga ha contado con la colaboración de las Obras Misionales Pontificias, en su día a día y, sobre todo, para apoyar a las vocaciones. Gracias a la generosidad de tantos fieles del mundo, se pudieron enviar 38.000 dólares para el sostenimiento directo de la diócesis, y 25.500 dólares para los catequistas, verdadera columna vertebral de una Iglesia que apenas cuenta con 70 sacerdotes. Se pudo colaborar además en la construcción de diversas parroquias, como la Mugendo, 28.500 dólares, la de Mukenke, 19.000 dólares, o la de Rushombo, 14.250. En la celebración de este cincuentenario, estaba también la colaboración espiritual y material de toda la Iglesia universal.

 

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