OMPRESS-ROMA (11-10-24) Fue en 1926, hace casi un siglo, cuando el Papa Pío XI instauraba el DOmingo MUNDial de la Propagación de la Fe, el conocido Domund. Una jornada para apoyar a todas las misiones de la Iglesia de manera universal. En aquel momento apenas había tres centenares de territorios de misión.

Desde que la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe fuera fundada por la joven Pauline Jaricot en Lyon, Francia, siempre tuvo como principal objetivo ayudar “no a esta o a aquella misión”, sino a todas. Esta universalidad de una obra nacida de manera local fue lo que llevó al mismo Papa Pío XI a hacerla suya –convirtiéndola en Pontificia– y a impulsar más este rasgo al instituir el Domund, una jornada de apoyo a esta Obra.

Lo absolutamente único de esta jornada no es que los “países ricos” ayuden a los “pobres”, es el hecho de que el Domund se celebre en todas las circunscripciones eclesiásticas y todo lo pongan en común. Así, cada una de las Iglesias del mundo desde la mozambiqueña a la vietnamita, pasando por la española o la colombiana, colaboran con su generosidad con las misiones. África aportó en el último ejercicio 2.300.000 euros al Domund, y la Iglesia de la India 3.100.000 euros.

Desde aquel primer Domund de 1926 todo lo recaudado se divide entre los territorios de misión, de manera que cada uno reciba parte de esta generosidad de todos los fieles del mundo. Aquel año el número de territorios de misión era de 276. A partir de entonces y como reflejo del crecimiento de la Iglesia en el mundo su número no ha dejado de crecer.

Así, diez años después, en 1936, ya eran 391. En 1950 eran 501, con una gran expansión de la Iglesia en China y el sureste asiático. Y al inicio del Concilio Vaticano II que, con su decreto Ad Gentes, daría un gran impulso a la labor misionera de la Iglesia, y eran 657, y habían dejado de ser una realidad un tanto marginal y se convertían en una parte importante de la Iglesia también a nivel geográfico, con un incremento notable de nuevas diócesis en África. En 1978, fecha de inicio del pontificado de San Juan Pablo II, eran ya 763. Al comenzar el tercer milenio los territorios eran 934. En 2013, se llegaba a los mil territorios de misión. Solo en lo que va de este 2024 se han creado cuatro: la diócesis de Boké, en Guinea; la de Labuan Bajo, en Indonesia; la diócesis de Bentiu, en Sudán del Sur; y la última en Angola, la diócesis de Ganda.

Hoy son nada menos que 1.127 territorios de misión, una de cada tres diócesis del mundo. En Asia son 481. En África suman 528 y en Oceanía, 46. En América son 72, ubicados sobre todo en la zona de la Amazonía.